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Cómo mantenerte sano a medida que aumentan las temperaturas del verano

Estrategias para evitar la insolación y otras enfermedades en los días muy calurosos.


spinner image Dos mujeres toman agua mientras visitan un parque público
GETTY IMAGES

Nos adentramos en el verano y las temperaturas de tres dígitos en algunas partes del país ya no son una anomalía, sino que son habituales. 

Los estados del sur están lidiando con una ola de calor implacable, con temperaturas que superan los tres dígitos. Estas altas temperaturas han llegado mucho más temprano de lo normal en la temporada, y millones de personas viven bajo alertas de calor.

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Incluso en áreas que con poca frecuencia registran temperaturas de 100 ºF o más, el tiempo se está volviendo más caluroso y pegajoso. En tanto que aumentan las temperaturas, las personas necesitan ser más cuidadosas que nunca para mantenerse frescas y evitar el sobrecalentamiento y las enfermedades, en particular las personas mayores, dicen los expertos médicos.

“A medida que envejeces, ya no notas el calor”, dice el Dr. Charles Maddow, director de emergencias geriátricas en la Facultad de Medicina McGovern en UTHealth en Houston. Los cuerpos de mayor edad no están tan hidratados y no sudan tanto, lo que les dificulta reducir la temperatura, explica.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el calor es la causa principal de muerte relacionada con las condiciones climáticas. Los CDC dicen que, en promedio, alrededor de 618 personas en Estados Unidos mueren por calor extremo (en inglés) cada año. El Servicio Meteorológico Nacional recientemente pronosticó índices de calor cerca de Houston y San Antonio de hasta 120 ºF.

Entonces, ¿qué consecuencias tiene este aire caliente? En Baton Rouge, Luisiana, donde los residentes están bajo una advertencia de calor excesivo, Denise Holladay, de 55 años, usualmente aspira y lava la ropa solo por la noche, cuando el sol deja de calentar su hogar. Durante los meses más calurosos, se encuentra con su esposo, que trabaja por las noches, en su gimnasio a la 1 a.m. para hacer ejercicio, lo que le permite evitar tener que entrar en un auto caliente.

“Siempre he sido noctámbula”, dice. “Sin embargo, con el paso de los años, dado que los veranos se han vuelto paulatinamente más calurosos y más largos, cada vez vivo más de noche”.

Prevenir la insolación y la deshidratación

Estos picos de temperatura conllevan un mayor riesgo de trastornos relacionados con el calor, como deshidratación e insolación.

El riesgo de enfermedad por el calor (en inglés) es particularmente alto para las personas mayores de 65 años, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que encontraron que el 36% de las muertes relacionadas con el calor en el país se hallaban entre esas edades. A medida que las personas envejecen, los cuerpos no se adaptan bien a los cambios repentinos de temperatura, y los medicamentos recetados y las enfermedades crónicas pueden afectar la respuesta al calor.

“El calor puede ser muy peligroso para los adultos mayores”, dice Christine E. Kistler, médica en el Departamento de Medicina Familiar y la División de Medicina Geriátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte. “El calor que podrías haber tolerado cuando tenías entre 30 y 40 años no es algo que puedas soportar fisiológicamente a partir de los 80”.

Enfermedades existentes como la diabetes, un historial de enfermedades cardíacas y presión arterial alta, más comunes en las personas mayores, también pueden hacer que las personas sean más susceptibles a los trastornos relacionados con el calor, dice ella. Además, los diuréticos, los sedantes, los betabloqueantes y otros medicamentos para la presión arterial alta y para las enfermedades cardíacas dificultan la capacidad de las personas de reducir su temperatura corporal. Consulta con tu médico si los medicamentos que tomas podrían contribuir al sobrecalentamiento.

Qué debes evitar

La insolación y el agotamiento causado por el calor encabezan la lista y pueden ser muy peligrosos, afirma Kistler. Si te encuentras aletargado, aturdido, mareado o sientes náuseas después de pasar tiempo al aire libre, presta atención a tu cuerpo. Permanece en la sombra y encuentra espacios con aire acondicionado. Tomar una ducha refrescante o mojarte las muñecas, los tobillos y la parte posterior del cuello con agua fría también puede ayudar a bajar la temperatura del cuerpo, explica Kistler.

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Y si te encuentras al aire libre con alguien que de repente se pone pálido en un día caluroso, podría estar experimentando agotamiento causado por el calor. La persona debe tomar una ducha fría lo antes posible. Si usas una mascarilla debido a la pandemia del coronavirus, asegúrate de quitártela para que puedas respirar sin dificultad. Si sigues experimentando malestar después de refrescarte e hidratarte, busca atención médica. Kistler dice que le preocupa que las personas se resistan a obtener atención médica este verano debido al brote de COVID-19, pero no hacerlo en el caso de la insolación puede ser peligroso.

Lo mejor que puedes hacer si sabes que estarás al aire libre en un día caluroso es prepararte de manera conductual, dice Maddow. Usa capas delgadas de ropa de colores claros que se puedan quitar fácilmente. Si estás al aire libre, configura un temporizador de 15 minutos para recordarte que debes buscar un lugar con sombra o con aire acondicionado después de estar al sol, dice.

Cómo proteger a los adultos mayores del calor extremo

La deshidratación es un problema grave para las personas mayores. Es muy importante mantener la ingesta de líquidos cuando hace calor, dice Krystal Culler, fundadora del Virtual Brain Health Center en Poland, Ohio, y experta en salud conductual, quien ha trabajado con programas comunitarios para personas mayores y programas diurnos para adultos. Culler dice que las estrategias conductuales, como beber un vaso lleno de agua con las vitaminas o los medicamentos, en lugar de tomarlas con un solo sorbo, puede animar a las personas a consumir más líquidos. “Te ayudará si lo incorporas a algo que ya forme parte de tu rutina diaria”, dice ella.

La guía de los CDC para proteger a los adultos mayores del calor advierte que las personas no deben esperar a estar sedientas para beber líquidos. La Academia Nacional de Medicina sugiere que los hombres beban 15.5 vasos de líquidos al día y las mujeres beban alrededor de 11.5 vasos al día.

Culler dice que ha descubierto que las personas mayores suelen beber más si usan vasos pequeños que puedan llenar frecuentemente, en lugar de usar vasos enormes de 30 onzas, que pueden ser visualmente intimidantes.

Además, debes evitar el alcohol y la cafeína, ya que estos pueden ser deshidratantes.

Prevenir las quemaduras solares va más allá de asegurarte de que tu piel no se enrojezca ni se pele al punto en que ocasione malestar, indica Kistler. Los adultos mayores corren un mayor riesgo de padecer cáncer de piel, así que debes usar protector solar de amplio espectro, un sombrero de ala ancha y gafas de sol.

Si te expones al sol puedes desarrollar un sarpullido por calor llamado miliaria, que causa picazón y escozor. Usar ropa de color claro y suelta, hecha de un tejido transpirable, puede ayudarte a mantenerte fresco y evitar erupciones. Busca ropa hecha de algodón, lino, o diseñada específicamente para eliminar la humedad de la piel, dice. Evita el poliéster o cualquier tela que aumente tu temperatura corporal. 

Estrategias para permanecer fresco

Permanece adentro en los días más cálidos. Busca un lugar con aire acondicionado y establece reglas, por ejemplo, no salir entre las 10 a.m. y las 6 p.m., para evitar que tu cuerpo se sienta estresado por el calor extremo.

“Nadie saldría en una tormenta”, dice Kistler. “El calor intenso debe considerarse una tormenta de sol, y durante esos días las personas deberían permanecer adentro”.

Si no tienes aire acondicionado en casa, algunas comunidades ofrecen centros climatizados durante las olas de calor. O considera pasar el día en el cine o en el centro comercial. También hay programas de asistencia energética para hogares de bajos ingresos si tienes dificultad para pagar tu factura de electricidad. Comunícate con la oficina más cercana del Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos (LIHEAP) para obtener más información.

Date un chapuzón. Eso podría ser nadar o flotar en una piscina o en un lago, pero también puedes darte una ducha fría o salpicarte con el agua de un rociador de riego en el jardín (con o sin los nietos). Si te gusta hacer ejercicio al aire libre, nadar podría ser la mejor opción.

Busca la sombra. Sal a pasear por el bosque en vez de caminar bajo el sol, o trabaja en el jardín bajo un árbol o con un traje de baño, permitiendo que el rociador te refresque. Si necesitas ir a algún lugar, cambia tu horario para salir a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando el sol es menos intenso y puedes encontrar más sombra.

Bebe más agua. Habitúate a tomar sorbitos constantemente. A medida que las personas envejecen, la capacidad de sentir sed disminuye, así que bebe líquidos a menudo cuando haga calor, dice Maddow. Saborizar el agua con frutas e incluso con verduras como el pepino, puede hacerla más apetecible, explica Culler, y algunas botellas de agua reutilizables incluyen un depósito que puedes llenar con pedazos de limón, manzana o fresa. Algunas frutas tienen un alto contenido de agua, así que cuando te apetezca un refrigerio, elige mejor la sandía o las uvas.

 

Michelle R. Davis, editora de los canales de hogar y familia, de AARP, contribuyó a esta historia.

Nota del editor: Este artículo se publicó originalmente el 25 de junio del 2020 y se ha optimizado con información actualizada.

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