Vida Sana
In English | Cuando regresé a Virginia después de un viaje reciente de siete días a California, me sentí letárgico por una semana. Estaba cansado y no me podía concentrar. Dormir una siesta me parecía mucho más atractivo que hacer ejercicio. El problema era el cambio de horario, que me afecta mucho más a los 52 años que cuando tenía 30.
El cambio de horario se presenta cuando el reloj del cuerpo no está sincronizado con el ciclo de luz-oscuridad del lugar de destino. Y después de los 50 años, nuestro ritmo circadiano se suele ajustar más lentamente a nuevos husos horarios que cuando se es más joven, según Bill Fish, entrenador de sueño. “Nuestro cuerpo es un animal de costumbres y es más difícil alejarnos de esas costumbres a medida que envejecemos”, indica Fish, cofundador de Tuck, que ofrece información sobre el sueño y productos para dormir. Por lo general, ajustar el reloj del cuerpo toma alrededor de un día por huso horario. El cambio de horario también es más intenso cuando se viaja hacia el oriente que hacia el occidente.
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No puedes evitar el cambio de horario, pero puedes aliviar sus síntomas. Los siguientes son algunos consejos de expertos en sueño y viajeros frecuentes.
Antes de partir
Reserva un vuelo nocturno. De esta forma, es más probable que duermas normalmente por la noche. Otra opción es reservar vuelos en los que llegues al destino de noche, cerca de la hora de dormir.
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