Vida Sana
Al entrar al parque de atracciones Carowinds (en inglés) de Charlotte, Carolina del Norte, los turistas se encuentran de inmediato con la siguiente opción: subirse a una montaña rusa o sentarse en una silla mecedora.
La montaña rusa, llamada Fury 325, baja pendientes y da vueltas alrededor de la plaza de la entrada, con rieles de acero verde azules que alcanzan alturas de cientos de pies. Las sillas mecedoras marrones de madera están situadas para permitirles a los adultos sentarse y tener una vista despejada de la acción mientras descansan.
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En otra parte del parque, una nueva sección cerca de la emocionante montaña rusa Copperhead Strike (en inglés) incluye una zona de espera con un tema dedicado a las Montañas Humeantes, con adoquines decorativos, asientos y una hoguera.
Los parques de atracciones de EE.UU., con ventas estimadas de unos $45,000 millones ($45 billion) en el 2017, han descubierto cómo atraer aún más dólares de visitantes: hacer que las experiencias de los adultos que visitan sus parques sean lo más agradables posible. "Estamos estudiando lo que podría atraer a todos nuestros visitantes", dice Susie Storey, de la International Association of Amusement Parks and Attractions. "No solo estamos incluyendo atracciones que un solo sector demográfico considere atractivas".
Áreas cómodas como las que se encuentran en Carowinds —donde los adultos pueden descansar de las diversiones centradas en los jóvenes— son solo una de las maneras en las que los parques están trabajando para fomentar más visitas de familias enteras.
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