Vida Sana
Maroon Bells, Colorado
Con sus laderas casi verticales reflejadas en la superficie del lago Maroon, estos tres picos triangulares (14,163 pies en su punto más alto) próximos a Aspen son, quizás, los más fotografiados en Colorado. Ve a la región en verano, donde podrás deleitarte con las flores silvestres y si vas en otoño, podrá ver un paisaje de árboles dorados. En invierno, pónte las raquetas de nieve o los esquíes de fondo para sumirte en la calmada belleza del paisaje.
Monte Shasta, California
Desde la planicie del alto Valle de Sacramento, en California, se alza este coloso de 14,179 pies, un volcán coronado por nieves eternas cuya última erupción data de 1786. La montaña parece desafiar a los escaladores principiantes pero es un imán para los viajeros espirituales (puedes aprovechar el panorama en el pueblo moderno del monte Shasta).
Monte Timpanogos, Utah
“Timp”, apodada cariñosamente por los lugareños, es un pico de 11,750 pies, el segundo más alto de Utah. La historia de la montaña está llena de leyendas indoamericanas, como la de los corazones de dos amantes desafortunados que se enlazaron en un solo Gran Corazón, una gran estalactita que se encuentra en una de las impresionantes cuevas de piedra caliza.
Monte Rainier, Washington
Al Este de Seattle, se erige este enorme volcán como un tótem cubierto de nieve. En verano, el Parque Nacional Monte Rainier—conocido como Paraíso— es popular por sus flores silvestres y uno de los mejores lugares para que crezcan las flores. Por su lado, los alpinistas desafían el pico de 14,410 pies y ponen a prueba tus conocimientos de escalar montañas de hielo en estos glaciares.
Monte Katahdin, Maine
Esta montaña de 5,269 pies tal vez no sea el lugar exacto donde el país recibe el primer toque del sol en la mañana, pero indudablemente así es como se siente. Este pico de granito cubierto de hielo —que se levanta en medio de un ambiente natural tan remoto que a veces se refieren a él como el 51.º estado— es el lugar perfecto para atrapar la primera luz del día.
Grand Teton, Wyoming
Dramático, inolvidable, salvaje, este pico dentado es todo lo que debería ser una montaña. Con absoluta justicia integra la lista de lo que quieren hacer muchos alpinistas antes de morir, ya que deben encontrarse con las rocas, el hielo y la nieve para alcanzar su cima de 13,770 pies. Algunos incluso se animan al último desafío: llevar los esquíes para esquiar cuesta abajo de regreso.