Vida Sana
Este pintoresco recorrido de ida y vuelta, con una distancia total de 343 millas, comienza en Burlington y ofrece un paraíso invernal al estilo de Nueva Inglaterra. La ruta 100, cerca de Burlington, será la carretera principal que recorrerás en este territorio escarchado, pero te desviarás ocasionalmente hacia algunos de los caminos rurales más bellos de Vermont, conocido como el "estado de las montañas verdes".
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1º día: de Burlington a Stowe (36 millas)
Al salir de Burlington, tendrás el primer vistazo de las montañas Verdes (Green Mountains) de Vermont mientras te diriges hacia el sur por la carretera interestatal 89. Hacia la izquierda se distingue el pico nevado del monte Mansfield, de 4,395 pies, el más elevado de Vermont. A la derecha podrás atisbar la cumbre de Camel’s Hump (joroba de camello), con forma de dromedario. Recorrerás 26 millas hasta llegar a la salida 10, donde la ruta 100 dobla hacia el norte y atraviesa otras 10 millas hasta el centro de Stowe, una de las localidades de esquí más típicas del estado.
Comienza con un lento paseo a lo largo de Main Street y atraviesa Stowe Village. Construido en 1897, el Old Depot Building fue una estación del ferrocarril Mount Mansfield Electric, de 11 millas de longitud, hasta 1932. Actualmente es el hogar de Bear Pond Books, el segundo vendedor independiente de libros más grande de Vermont, y de Stowe Mercantile, una tienda de ambiente rural que cuenta con abundantes curiosidades, incluida una impresionante variedad de productos de arce de Vermont. A la vuelta de la esquina, en Pond Street, el centro de arte contemporáneo The Current presenta exposiciones cuidadosamente seleccionadas de artistas famosos y emergentes. De vuelta en Main Street, combina una cerveza artesanal local, una sidra o un aguamiel con un plato de quesos de Vermont, en el Stowe Public House & Bottle Shop. Corona el día con una excursión guiada a la luz de la luna seguida por una cena de fondue, organizada por Umiak Outdoor Outfitters: te deslizarás sobre raquetas de nieve a lo largo de senderos boscosos hasta el Fritz Bar del Stowehof Hotel, donde disfrutarás de una cena de tres platos con fondue.
Dónde alojarse: el Green Mountain Inn, que recibe huéspedes desde 1833, cuenta con 104 habitaciones, suites y apartamentos repletos de antigüedades.
2º día: de Stowe a Waitsfield (46 millas)
Comienza tu mañana en Butlers Pantry en Main Street, Stowe, con panecillos caseros, huevos benedictinos y una tostada francesa de pan jalá. Con las energías repuestas, recorre 10 millas hacia el sur por la ruta 100 hasta la ruta nacional 2, por la que seguirás en dirección oeste. Desde allí, te llevará 15 minutos llegar a Bolton Valley (en inglés), un centro de esquí de propiedad familiar desbordante de encanto. Puedes esquiar en sus laderas suaves con vegetación perenne o por zonas boscosas más desafiantes, o disfruta de sus 62 millas de terreno apto para esquí de fondo y raquetas de nieve. Un favorito: el circuito de milla y media que asciende por el sendero Bryant y desciende por Gardiner’s Lane, un recorrido por paisajes invernales que acelerará tu corazón. Luego de la aventura, entra en calor junto a la chimenea en James Moore Tavern en el hospedaje principal del centro de esquí; pide la hamburguesa Bolton Smash Burger y una pinta de la cerveza Switchback Ale, fabricada en Burlington.
Vuelve a la ruta 100 y continúa hacia el sur por 25 millas, hasta el valle del río Mad. Enclavado entre las aldeas gemelas de Waitsfield y Warren, este bucólico valle ofrece dos áreas de esquí, pintorescas calles principales y varios puentes cubiertos. Uno de ellos, el puente cubierto Waitsfield, se extiende a través del río Mad en el centro del pueblo e invita a recorrerlo en una caminata rápida. Cuando llegues al centro de Waitsfield, compra un café y alguna delicia horneada en el Sweet Shop (no te pierdas sus galletas de nueces con jarabe de arce). Justo al lado, explora el trabajo de más de 150 artistas y artesanos de Vermont en la galería Artisans’ Gallery. Si es fin de semana (o si haces una cita), puedes recorrer el museo de diseño industrial Madsonian Museum of Industrial Design (en inglés), donde encontrarás piezas seleccionadas por el arquitecto local Dave Sellers. Al caer la noche, cena en Warren, seis millas al sur, con platos dignos de despilfarro en The Pitcher Inn, donde el chef Jacob Ennis prepara carnes a cocción lenta y verduras de raíz asadas en un fogón al estilo del siglo XIX.
Dónde alojarse: en Waitsfield, instálate en una de las doce acogedoras habitaciones del Inn at Round Barn Farm, que se asienta sobre 245 acres con cinco estanques y es uno de los últimos graneros circulares que quedan en Vermont.
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