“En la AAA, le decimos a los conductores que hagan una buena inspección para reducir el riesgo de emergencias en la carretera y lleven el auto a un mecánico de confianza para revisar la batería, el motor y los neumáticos”, indica Molina. Las reparaciones más comunes en los garajes aprobados por la AAA son las eléctricas, en particular las que tienen que ver con el fallo de la batería.
4. Empaca un botiquín de emergencias en la carretera.
Lleva contigo la licencia de conducir, el registro del vehículo y el seguro del automóvil, por supuesto. Pero tampoco te olvides de un atlas de carreteras, un cargador para teléfonos celulares, una pequeña cantidad de dinero en efectivo y monedas para peajes, un botiquín de primeros auxilios, cables de arranque, un neumático de repuesto y un botiquín de reparación de neumáticos, un galón por persona de agua potable y una neverita con refrigerios no perecederos, aconseja Dunham. También es buena idea guardar una manta en el maletero si viajas en invierno.
5. Pon otras paradas en el itinerario.
Quizás sea muy fácil concentrarte en el destino final del viaje, a riesgo de perderte las paradas por el camino que merecen la pena. Por ejemplo, si te diriges rumbo oeste hacia el Parque Nacional Yellowstone, en Wyoming, considera un desvío a las montañas Black Hills en Dakota del Sur para ver el monumento Crazy Horse, Devil’s Tower y Mount Rushmore, sin mencionar los pintorescos restaurantes locales y los pequeños pueblos que puedes encontrar si te tomas un poco más de tiempo.
6. Planea un viaje que se concentre en la ruta y no la parada final.
Entre los mejores viajes, los hay algunos que se concentran más en el camino por el que viajas que en la parada final. Los viajes clásicos incluyen la ruta 66, por supuesto; la Great Northern Route, que recorre 3,600 millas por la ruta nacional 2 desde Maine hasta el estado de Washington; la Great River Road, cuyas 2,000 millas siguen el río Misisipi desde su nacimiento en Minnesota hasta el golfo de México; y la senda de Oregón.
7. Sé realista en cuanto al total de millas que vas a recorrer.
La distancia que puedes cubrir en un viaje determinado varía según las necesidades y habilidades personales, y depende también de cuántos desvíos y paradas quieras incluir. “Durante un viaje de 14 días, es razonable esperar que puedas viajar entre 1,600 y 1,800 millas en total, y en algunos casos, hasta 2,000 millas”, opina Dunham. “Si vas a dar un viaje más corto de tres días, calcula entre 200 y 300 millas”. Los viajes que atraviesan en su mayoría las carreteras interestatales rurales tienden a cubrir más terreno que los que se centran en los caminos poco frecuentados y las carreteras secundarias. Si eres demasiado ambicioso sobre las millas que quieres cubrir, corres el riesgo de convertir lo que podría ser una divertida aventura en un calvario para las sentaderas.
8. No trates de cubrir demasiadas millas en un solo día.
Manejar soñoliento es peligroso. Por lo general, necesitas al menos siete horas de sueño todas las noches para mantener a raya la somnolencia durante el día, señala Molina. Una vez más, mucho depende de las circunstancias y las preferencias y tolerancia personales. Revolinski dice que quizás pase entre ocho y diez horas al volante el primer día para comenzar un viaje rumbo oeste desde Madison, a fin de dejar atrás la mayor parte de las llanuras. “Así que el primer día puede ser largo”, agrega. Una vez en pleno viaje, es posible que solo conduzca tres horas diarias, dependiendo de cómo se sienta.
9. Haz paradas con regularidad.
Las paradas regulares te ayudan a mantenerte alerta y a continuar disfrutando del viaje, indica Molina. “Para permanecer alerta, detente cada dos horas o cada 100 millas para estirar un poco las piernas y, si es posible, cambiar de turno al volante con un pasajero más descansado”, aconseja.
10. No descartes hacer paradas o desvíos más frecuentes si algo atrae tu atención.
Es probable que un café en particular al borde de la carretera contribuya a un recuerdo duradero mucho más que el McDonald’s donde planeabas parar originalmente para un almuerzo rápido, señala Revolinski. “Me gusta detenerme en lugares que he descubierto al azar, como las atracciones a la orilla de carretera o un restaurante específico”, explica.
Mark Henricks, periodista independiente, ha viajado más de 15,000 millas a través de 15 estados en su remolque de viaje de 20 pies. Su trabajo ha aparecido en muchas publicaciones, como Men’s Health, National Geographic Kids y el Wall Street Journal.
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