Vida Sana
El fiscal general pide urgentemente a los adultos mayores del país que denuncien los fraudes a la línea directa nacional de fraude contra adultos mayores del Departamento de Justicia al número 833-FRAUD-11 (833-372-8311). La línea directa, a cargo de la Oficina para Víctimas de Delitos (en inglés), cuenta con profesionales capacitados que ofrecen apoyo personalizado, recursos y derivaciones a las personas que llaman.
Hay algo que no se puede negar: muchas personas ya están hartas de tener que soportar el bombardeo constante de mensajes de correo electrónico, mensajes de texto y llamadas telefónicas de delincuentes que intentan robarles dinero por medio de estafas cada vez más novedosas y, con frecuencia, muy sofisticadas. Es “abrumador”, admitió el fiscal general Merrick B. Garland, de 70 años, durante una entrevista reciente con AARP en el Departamento de Justicia (DOJ) sobre las medidas que está tomando el Gobierno federal para combatir el fraude, que a menudo se dirige contra los adultos mayores. Garland señaló que, si bien el DOJ está comprometido con esta iniciativa, debe afrontar el reto de que estos delitos son “innovadores y cambian constantemente”. Aquí encontrarás más información sobre nuestra conversación con Garland. (La entrevista ha sido editada para mayor brevedad y claridad).
Todos estamos completamente abrumados por las tentativas de estafas, y a veces parece que las fuerzas del orden público no se ocupan realmente del problema con eficacia. ¿Está de acuerdo?
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Bueno, creo que el insidioso empeño en atentar contra los adultos mayores es sobrecogedor. De eso no cabe duda. Por eso estamos destinando recursos para hacer frente a esta situación. Tenemos 20 fiscalías federales asignadas a la Fuerza contra el fraude transnacional a las personas mayores, del Departamento de Justicia, y más de 70 fiscales asignados específicamente a la Unidad contra el Fraude en la Atención Médica, que también está muy comprometida con el fraude contra Medicare. Hemos establecido una línea telefónica directa para que quienes sospechen que se ha producido una estafa [más abajo] llamen para recibir asesoramiento, apoyo y reembolso, cuando podamos conseguirlo. Considero que existe un gran problema, y estamos respondiendo con grandes medidas.
Sin embargo, está claro de que puede resultar realmente desolador para los adultos mayores del país. Hay personas que llaman y piden tu número de Seguro Social o tu número de Medicare. Dicen que tienen a tu nieto detenido en algún sitio y que necesita dinero para pagar la fianza.
AARP hace hincapié en la necesidad de que las víctimas de fraude denuncien estos delitos.
Sí, insisto en la necesidad de denunciar. Pero lo primero es la prevención. En este caso se trata de expertos, y la mejor solución ante una posible tentativa de estafa es frenarla. Nadie debería llamar de la nada para pedir tu número de Seguro Social. Nadie debería llamar de la nada para pedir tu número de cuenta corriente. Nadie debería llamar de la nada para pedir tu dirección de correo electrónico.
¿Cuáles son algunos de los últimos retos que más le preocupan en la lucha contra el fraude?
Lamentablemente, la delincuencia es innovadora y está en constante evolución. Esto representa un problema para nosotros y para todos. Las personas utilizan la palabra “criptomoneda” como si fuera algo mágico, y en los últimos tiempos hemos visto que no es así. Pero suena moderna y de alta tecnología. Nada es realmente gratis. Si alguien dice que te dará un 20% de interés por año y lo garantiza, probablemente se trate de un sistema de estafa Ponzi. En segundo lugar, hay delincuentes que pueden intentar convencerte de que conviertas el dinero en criptomonedas y luego lo envíes a algún sitio. No hay ningún motivo por el que la mayoría de los adultos mayores necesiten negociar con criptomonedas: con cuentas corrientes, dinero en efectivo y tarjetas de crédito es suficiente.
Otra cuestión que nos preocupa un poco es que los delincuentes utilicen a personas inocentes como intermediarios [o mulas de dinero] para transferir dinero a otros países. De modo que si un delincuente extranjero comete fraude en Estados Unidos, no quiere que le transfieran el dinero directamente a él. Por eso hacen algunas llamadas y dicen: “Te pagaremos $20 si depositas este dinero en tu cuenta bancaria y luego transfieres esa suma a las nuestras. Es dinero gratis para ti. Te daremos el 20 o el 30%”. Y esa es una manera de blanquear dinero.