Vida Sana
Aunque la pandemia de COVID-19 terminó, más de 99 millones de personas adicionales se han visto obligadas a trabajar a tiempo parcial en la economía del trabajo ocasional. Si trabajas por cuenta propia, sabes que tiene meses buenos y meses malos, y que no tienes beneficios. Las exenciones tributarias para los empleados por cuenta propia pueden ayudar a aliviar parte de ese impacto, pero los impuestos también pueden ser abrumadores si no estás preparado. Aquí te explicamos cómo administrar tus impuestos si de repente te ves forzado a trabajar por tu cuenta.
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Un gran respiro para los trabajadores por cuenta propia
Según establece la 2017 Tax Cuts and Jobs Act (Ley de Empleos y Reducción de Impuestos del 2017), las personas que trabajan de manera independiente pueden deducir un 20% del ingreso comercial calificado (QBI) de sus impuestos federales sobre la renta. Si generaste $45,000 en ingresos de tu negocio y recibiste $10,000 en deducciones, tu QBI será de $35,000. Puedes deducir un 20% de esa cifra, o $7,000, de tus ingresos, lo cual reducirá la cantidad de impuestos que debes pagar.
No es necesario que establezcas un tipo especial de negocio para recibir la deducción sobre el trabajo por cuenta propia. Si tienes una empresa unipersonal —como muchas personas que trabajan por cuenta propia— tienes derecho a recibir la exención tributaria. Otros detalles de la letra pequeña:
- La exención solo reduce el impuesto federal sobre la renta, no el impuesto sobre el trabajo por cuenta propia.
- La deducción se aplica gradualmente en el caso de los declarantes casados con ingresos personales de $364,200, y de $182,100 para todas las demás categorías de declarantes. No recibirás ninguna deducción si tienes ingresos personales por encima de estos rangos.
- La deducción es limitada para aquellas personas que trabajan en ciertos negocios del sector de servicios que tradicionalmente cobran salarios altos, como abogados y médicos.
“Es una deducción fenomenal y la mayoría de los negocios reúnen los requisitos”, dice McNeill. “Podrías generar ingresos este año y prácticamente no pagar impuestos sobre la renta”.
Descubre qué deducciones puedes reclamar
Si trabajas por cuenta propia, puedes reclamar una deducción del impuesto federal sobre la renta por los gastos ordinarios y necesarios de tu negocio. “Ordinario” en este caso se refiere a los gastos normales y aceptables para tu tipo de negocio. “Necesario” significa algo que es útil para tu negocio. (No tiene que ser indispensable para ser deducible). Una deducción reduce tus ingresos, lo que a su vez reduce tus impuestos. Declararás los ingresos y los gastos de tu negocio en el Anexo C (Formulario 1040), Ganancias o Pérdida de Negocio (Profit or Loss From Business).
Una ventaja para los trabajadores por cuenta propia: la mayoría de las deducciones comerciales no están sujetas a las mismas limitaciones que las deducciones personales. Para el año fiscal 2023, por ejemplo, tus deducciones por gastos médicos personales tienen que ser de más del 7.5% de tu ingreso bruto ajustado para poder deducirlos. Pero es posible que los empleados independientes puedan deducir algunos gastos médicos, como el costo de su seguro de salud o dental, de sus ingresos comerciales. Si tienes una discapacidad, puedes deducir todos los gastos médicos que necesitas para trabajar, en lugar de reclamarlos como deducciones médicas personales.
Otra ventaja es que en algunos negocios, las deducciones para las personas que trabajan por cuenta propia pueden ser bastante sustanciales. Por ejemplo, los conductores de Uber y Lyft (así como de otras compañías similares) pueden deducir el costo de la gasolina, el mantenimiento regular de su automóvil, las tasas de registro, la póliza de seguro de automóvil y el seguro de salud, e incluso el costo del lavado de autos. De manera similar, si elaboras productos, como pasteles, puedes deducir el costo de los artículos necesarios para crear tus productos: en este caso, harina, azúcar, cajas de pastel, utensilios para hornear y suministros de limpieza.
Otras deducciones pueden parecer pequeñas, pero se van acumulando a lo largo del año. Si aceptas tarjetas de crédito, por ejemplo, puedes deducir los cargos que las compañías de tarjetas de crédito cobran a tu negocio. Y también puedes deducir las tarifas de tus licencias comerciales. Para ver un resumen completo de lo que puedes y no puedes deducir, consulta la publicación 535 del Servicio de Impuestos Internos (IRS), Gastos comerciales (Business Expenses) —en inglés—.
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