Vida Sana
| Hace mucho que Dan Ariely, un economista de Duke University, viene estudiando el comportamiento extraño de las personas en relación con el dinero, un tema que explora en su libro recientemente publicado, Dollars and Sense (Dólares y sentido) (escrito junto con Jeff Kreisler). Ariely habló con AARP The Magazine sobre cómo tomar decisiones financieras que traigan más satisfacción.
Dices que a menudo la toma de decisiones financieras es irracional. ¿Puedes dar un ejemplo?
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Gastamos de manera muy distinta según el método de pago. Por ejemplo, cuando las personas pagan sus cuentas con un cheque —digamos, la cuenta de la electricidad— y luego lo cambian a deducciones automáticas, terminan gastando en promedio un 4% más. ¿Por qué? Porque cuando giramos un cheque, prestamos atención: pensamos en lo que podemos ahorrar, asustamos un poco a nuestra familia y apagamos algunas luces. Pero cuando el dinero se deduce automáticamente de nuestra cuenta corriente, no pensamos tanto en eso y terminamos gastando más.
Por eso, los pagos no solo tienen que ver con el dinero que sale; también se trata de cuánta atención le prestamos a eso. A medida que envejecemos, si pagamos más y más cosas mediante deducciones automáticas, significa que prestaremos cada vez menos atención a en qué estamos gastando el dinero.
¿Cambia nuestra irracionalidad sobre el dinero a medida que nos volvemos mayores?
Pienso que la gran diferencia es cuando nos jubilamos. Pasamos de ser alguien que mantiene a la familia a ser alguien que gasta dinero, y comenzamos a considerarnos no como personas que ayudamos a nuestras familias, sino como seres que consumen los ahorros. Ese es un cambio tremendo. Cuando las personas comienzan a gastar su capital, les preocupa mucho. En un estudio que realizamos hace bastantes años, descubrimos que los jubilados se preocupaban varias veces por semana acerca de si se les acabaría el dinero. Hasta personas que podían permitírselo estaban muy preocupadas.
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