Vida Sana
Cuando los investigadores de Stanford University les ofrecieron un solo malvavisco a niños y les prometieron dos si esperaban, muchos devoraron la golosina al instante.
El famoso experimento del malvavisco demuestra el desafío que supone planear con anticipación. También ayuda a explicar por qué algunos padres con hijos en la escuela secundaria repentinamente se dan cuenta de que no han ahorrado lo suficiente (o nada) para la universidad.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
"La bombilla se les enciende cuando los hijos alcanzan los 12 o 14 años, y, 'Ay, tenemos que hacer algo'", dice James DiUlio, director del Wisconsin 529 College Savings Program y presidente de la College Savings Plans Network.
Nueve de cada diez familias deciden que sus hijos deben estudiar en la universidad tan temprano como el día que se matriculan en el preescolar, según una encuesta llevada a cabo por Sallie Mae, la compañía de préstamos estudiantiles privados, pero menos de cuatro de cada diez tienen un plan para cubrir el costo.
Esto complica aún más un proceso que de por sí es desconcertadamente complejo. Pero existen estrategias para mantener la ventaja, aunque comiences tarde.
"Lo primero es, mantén la calma", dice Kal Chany, fundador y presidente de Campus Consultants y autor de Paying for College Without Going Broke. "Todavía hay cosas que puedes hacer".
1. Comienza a ahorrar
Si todavía no has empezado a ahorrar, comienza ahora, aunque queden solo unos cuantos años (o menos) antes de que sea hora de dejar a tu hijo en la residencia estudiantil. Cada dólar que ahorras ahora es un dólar que no debes pedir prestado después, y que podría costarte $2 para devolver. Además, los depósitos en las cuentas de ahorros universitarios 529 ofrecen beneficios tributarios en 34 estados y el Distrito de Columbia, y las ganancias son libres de impuestos federales. En todos menos cuatro de esos estados, puedes depositar dinero en un plan 529, retirarlo tan pronto como el próximo día y aun así recibir la deducción o el crédito tributario. Eso es como recibir un descuento en el costo de la matrícula.
"Vas a gastar el dinero de todas formas, así que en lugar de tenerlo en la cuenta corriente, deposítalo en una cuenta 529", dice DiUlio.
2. Piensa en lo que está a tu alcance
Una vez que hayas empezado a ahorrar dinero, es hora de seleccionar una universidad que puedas pagar.
Primero, ignora el precio de etiqueta; muy pocas familias pagan eso. Pagarás el precio neto, que es el costo actual después de los descuentos y la ayuda financiera. Esa es una gran diferencia. El precio publicado promedio de la matrícula, tarifas, alojamiento y comidas para los alumnos residentes del estado en las universidades públicas es $20,770, y en las universidades privadas, unos desalentadores $46,950, según College Board. Pero el precio neto promedio es $14,940 y $26,750, respectivamente.
También te puede interesar
10 objetos de colección con valor sorprendente
No pases por alto estos artículos cuando limpies el ático, el garaje o el sótano.