Vida Sana
Está sonando el teléfono fijo de Kevin Costner.
"Hace un siglo que no lo oía sonar", dice riéndose entre dientes. "Ni siquiera sabía que había uno en esta sala". Costner, de 65 años, se ha atrincherado en una oficina de la casa para atender la llamada de nuestra entrevista, en busca de un espacio privado alejado lo más que puede de su esposa, Christine Baumgartner, y sus tres hijos:
Cayden, de 13 años; Hayes, de 11 y Grace, de 10, todos los cuales están pasando la cuarentena en su residencia de Santa Barbara. Además del timbre retro del teléfono fantasma, se oyen en el fondo las risas y el parloteo de una familia animada, acompañados del ladrido insistente de al menos un perro.
Así es durante la COVID-19, donde trabajar desde casa significa con frecuencia trabajar en torno a la vida real. Pero eso no le molesta a este ganador de premios Óscar y Emmy. Como artista creativo y hombre de familia, Costner prefiere la imprevisibilidad desordenada de la realidad.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
"Oye, lo distintivo de una conversación auténtica es cuán francos podemos ser el uno con el otro", dice sin rodeos, derribando las formalidades. Costner considera que la conversación frívola es, como mínimo, aburrida.
Le disgustan las palabrerías en su vida y las evita en su profesión. Ahora más que nunca, prefiere ir al fondo del asunto y dice que la sinceridad es la razón por la que "vale la pena hacer las cosas".
Costner tuvo su comienzo exitoso en la década de los años 80, tras infundir una sorprendente emoción íntima a una serie de roles protagónicos en The Untouchables, Bull Durham y Field of Dreams. Esa cualidad se siguió reflejando en su película épica Dances With Wolves, un canto a la integridad que él mismo dirigió y protagonizó, y por la que ganó el premio Óscar en ambas categorías. Desde entonces, Costner se ha sentido atraído a la autenticidad, logrando inyectar esta marca particular de masculinidad accesible en la cultura popular.
"Tengo la tendencia a caer en situaciones complejas", dice, refiriéndose a sus decisiones creativas. Esa aceptación de la espontaneidad y el matiz —y, lo más importante, su fe en la inteligencia y curiosidad del público— es la razón por la que su trabajo, en su mejor forma, trasciende todo cliché, incluso en géneros artísticos repletos de ellos como las películas del Oeste y las películas que relatan hazañas deportivas. Sus largometrajes perduran en la conciencia del público; sus actuaciones simples punzan como una espina que pasa inadvertida hasta que te perfora la piel y se aloja allí.
Por haberse criado en una clase trabajadora en los límites de Los Ángeles, Costner entendió la diferencia entre la falsedad y la verdad, entre la pretensión y el carácter moral. Nunca lo olvidó. Su ingreso al mundo de la actuación estuvo guiado no por el deseo de conseguir la fama, sino por la esperanza de entablar una conexión. A principios de su carrera, Costner dijo más "no" que "sí" y se opuso a diálogos que sonaban falsos a sus oídos, una actitud valiente que hubiera hundido a actores menos talentosos. No era lo que le preocupaba. Triunfaría a su manera o no lo haría. La responsabilidad personal es el principio fundamental de Costner, y es la razón por la que ha interpretado a tantos hombres decentes.
También te puede interesar
Para Alan Alda, el poder de la ciencia es una obsesión que quiere compartir
El doctor favorito de la televisión te manda como prescripción reír más... para empezar.
Los 6 mayores éxitos de Al Pacino en televisión
La estrella de cine y ganador de un Óscar está disfrutando un gran renacimiento de su carrera en la pantalla chica.
Las mejores películas de Clint Eastwood
El legendario actor y director llega a los 90 años de vida, que celebramos con sus mejores películas.