En una época era un esnob del teatro. Pero trato de hacer los tres todos los años —teatro, televisión y cine— con éxito. Requieren distintas destrezas. El teatro es como la luz de un reflector, y una película proyecta la misma cantidad de luz, solo que se condensa en un láser. Ambos me desafían en formas diferentes, pero el denominador común es tener buenos escritores.
Eres el primer actor negro que interpreta el clásico papel de Willy Loman en Broadway. ¿Qué se siente al romper esa barrera?
Me uno a una pequeña fraternidad de hombres que lo han hecho en Broadway a lo largo de 73 años. Soy el sexto —uno por década— y me genera un gran sentido de obligación de establecer el estándar para esta generación. También pienso en todos los hombres que fueron mis mentores, lo hayan sabido o no: Ossie Davis, Earle Hyman, Roscoe Lee Browne, hombres que no tuvieron la oportunidad de interpretar el papel debido a una prohibición cultural por ser hombres negros. No tenía nada que ver con el arte, y todo que ver con la ignorancia. En definitiva, es un logro contra la ignorancia y nada más.
Wendell Pierce como Willy Loman en 'Death of a Salesman' en Broadway.
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¿Qué escuchas del público sobre la obra?
La perspectiva de una familia afroamericana magnifica todos los temas. Los profundiza. Cuanto más específico eres, más universal se vuelve algo. Una mujer de 100 años que había visto todas las producciones de Broadway me dijo: “Vi la obra de una manera nueva que nunca había esperado ver. Vi la producción original y me emocioné, pero esto me emocionó en una forma que no esperaba y que no preví que sucediera, y quería decírselo”. Y ese es el mayor premio que puedes recibir, saber que has llegado a alguien de esa manera.
Death of a Salesman está rejuvenecida, magnificada y amplificada, tan relevante y significativa en la actualidad como lo fue el día en que se escribió.
¿Cómo mantienes el nivel de energía para hacer ocho funciones semanales en un papel tan exigente?
Hago fisioterapia tres veces por semana. Cualquier fatiga que sienta, la uso para el tono de la primera frase, que es “Estoy muerto de cansancio”. Trato de comer en forma nutritiva y de mantenerme bien hidratado para ayudar a la voz y al cuerpo. Tomo vitaminas. Es como jugar un partido de algún deporte. Es un desafío mental y emocional.
¿Tienes tiempo para dormir?
Trato de dormir ocho horas. Hago la obra a la noche. Luego voy a casa y miro televisión o una película, o leo. Después, duermo hasta bien entrado el día. Me vuelvo casi como un vampiro.
Te criaste en Nueva Orleans, te empapaste de música, fuiste presentador de Jazz at Lincoln Center en la radio y trabajaste con tu compañero de la escuela secundaria Wynton Marsalis. ¿Cómo pasas las fiestas en Manhattan?
Me reúno con amigos. Así es mi Navidad en Nueva York: mucho jazz tarde en la noche, The Messiah en el Lincoln Center, ver las luces en la Quinta Avenida. Comprar en la Quinta Avenida es siempre un placer.
¿Eres el tipo de persona que hace resoluciones de Año Nuevo?
Trato de fijar metas en mi vida personal y profesional. Comencé a buscar una casa: el hogar, el sitio final. Eso es algo para el nuevo año. Me imagino cerca de una playa: California, las Bahamas. Pasé gran parte del verano pasado en Grecia, y me encantó. Está demasiado lejos de casa. Adoro México. Tengo muchos lugares en mente. La exploración y el proceso de tratar de hallar un lugar pueden ser tan divertidos como el hecho de encontrarlo. Me entusiasma la idea.