Vida Sana
Pablo Larraín, director de El club, una de las películas más celebradas —y polémicas— de América Latina en los últimos tiempos, nació en Santiago de Chile en 1976. A sus 39 años, es uno de los más directores y productores de cine más exitosos de su país. Ha ganado premios en los festivales de cine de Cannes, La Habana, Chicago y Rotterdam, y su cinta No fue nominada al Oscar como mejor película extranjera en el 2013. Durante la primera parte de su carrera realizó películas cuyo tema central era la dictadura de Pinochet, pero tratado de forma indirecta. Ahora con El club, película con la que ganó el Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín y que plasma la vida de varios sacerdotes católicos recluidos en una “casa de retiro” por los abusos que cometieron, se podría decir que Larraín explora el horror igual de indirectamente pero desde otro punto de vista. Conversó con nosotros desde París.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
AARP: ¿Cómo surgió la idea de crear esta historia? ¿Existen realmente estos clubes en Chile?
Pablo Larraín: Estos clubes existen en todo el mundo, no solamente en Chile y en Latinoamérica. Donde sea que exista la Iglesia católica, tienen casas de retiro. Hay muchas razones por las cuales un sacerdote puede ir a una casa de esa naturaleza. Puede ser por enfermedad, por estar anciano, porque se enamoraron, porque han sido acusados. No todos están eludiendo necesariamente a la justicia. Pero son una especie de lavadero y la Iglesia quiere que este tipo de personas que son acusadas de ciertos delitos no enfrenten a la justicia.
AARP: Esa es una de las cuestiones que parecen contradictorias dado que no se ve nada mal el lugar donde están. No parece una prisión. Por otro lado, usted crea una atmósfera de maldad que flota en el aire y los personajes parecen estar atrapados en un círculo terrorífico.
PL: Eso es una conclusión suya y me parece muy bien. Yo lo que intento hacer es organizar un dispositivo del cual sea la gente la que pueda hablar de ella y sacar sus propias conclusiones. Yo no soy periodista, ni tampoco intento hacer un juicio; solo quiero mirar y explorar y que sea la gente la que saque sus propias conclusiones y haga su propio juicio.
AARP: Fue por lo visto deliberado el no presentar la visión de los hechos en blanco y negro, como estamos acostumbrados por cierto tipo de cine. Pero usted como director sí tenía un punto de vista muy definido, ¿no?
PL: Sí, pero mi punto de vista es intentar observar todo lo que sucede en este fenómeno a través de la compasión. Creo que si tú empiezas a mirar a estos sacerdotes y a estas personas, por muy terribles las cosas que hayan hecho, con un ojo de juicio, vas a estar haciendo una película que quizá no es tan interesante porque ya hizo su trabajo estético y moral. Yo prefiero que sea la gente la que haga eso.
También te puede interesar
Documental Finding Oscar, la masacre de Guatemala, 1982
Documental desentraña el misterio de Las Dos Erres.
Guillermo del Toro: "El romance es peligrosísimo"
El director de 'The Shape of Water' habla de cómo llegarle al alma al público.
Miguel Arteta, director de Beatriz at Dinner
El director de ‘Beatriz at Dinner’ cuenta de su colaboración con Salma Hayek.