Vida Sana
1. Sustituye la camiseta por la túnica
Las prendas de arriba estilo túnica serán tus mejores aliadas. Ya sean de tonos claros y entalladas, sedosas y de corte fluido o con adornos bohemios, todas ellas disimulan la parte del torso de manera sutil. Una "túnica" puede ser cualquier prenda de arriba que ya tengas y que sea larga, holgada y de corte generoso. Incluso puedes vestir como túnicas vestidos sin mangas, vestidos estilo camiseta y vestidos cortos de verano (ahora demasiado cortos para llevar sin nada) que tengas en el fondo del armario. Pero sigue siempre esta regla de oro: asegúrate de combinar cualquier túnica con un par de jeans ajustados, pantalones tobilleros entallados o leggings. La clave está en el contraste de la parte de arriba holgada con la parte de abajo ceñida. Este tipo de looks aportan cobertura y estilo a partes iguales.
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2. Saca partido de los estampados para disimular excesos
¿Dejaste de hacer ejercicio? ¿Te sientes hinchada? ¿Te angustian tus rollitos en la cintura? Enfúndate en un vestido o unos pantalones anchos estampados y verás como la flacidez se desvanece. Es una ilusión óptica, por supuesto, pero los estampados integrales florales, de cachemira, de leopardo o geométricos hacen que las miradas sigan moviéndose y no se fijen en las zonas problemáticas. Además, tienen una ventaja añadida: los estampados también ocultan las manchas de sudor (un problema común durante el verano que suele agravarse por el sobrepeso, el calor y los cambios hormonales).
3. Piernas o brazos desnudos
Antes de que me digas "¡Ni hablar!", escúchame. Sí, todas amamos la seguridad que nos dan los pantalones, las mangas largas y los vestidos a media pierna, pero tratar de cubrir demasiado y todo el tiempo puede ser contraproducente. Piensa en esto: tus piernas y brazos siempre serán más delgados que tu torso, ¡sea cuál sea tu tamaño! Las piernas o los brazos desnudos (lo que te haga sentir más sexy y atractiva) dibujan una larga línea esbelta y estilizan la figura cuando el resto del cuerpo está cubierto. Te sorprenderá lo libre y confiada que puedes llegar a sentirte.
4. Vístete en un solo color de pies a cabeza
Este es un truco mágico que debes tener en cuenta si las libras de más y las protuberancias te empujan a renovar tu vestuario. Deja de llevar colores a contraste, como una camisa blanca y unos pantalones negros, y empieza a usar tonalidades que pertenezcan a la misma gama de colores. Opta por un vestido azul pálido combinado con una chaqueta de jean en tonos retro o vístete con un conjunto blanco de pies a cabeza. Sea cuál sea tu elección, seguro que te verás más alta y más delgada. Atrévete a combinar prendas formales e informales, de vestir y deportivas. Así lograrás un efecto dinámico y contemporáneo.
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