Vida Sana
Parece que Giselle Blondet ha pasado toda su vida frente a las cámaras de televisión. Como actriz, la vimos en telenovelas como Rojo verano (1980) y Morelia (1995) , entre otras. En años más recientes, su carrera la llevó a presentar exitosos programas para la televisión, como Despierta América y Nuestra Belleza Latina. Sin embargo, poco antes de cumplir 50 años a comienzos de este año, su vida dio un giro inesperado: dejó de trabajar para Univision.
Pero si alguien pensó que su carrera había terminado, se equivocó. Después de unos meses de descanso, Blondet prepara su regreso a la televisión como productora ejecutiva y presenta su nuevo libro: Tengo 50 ¿y qué?
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“Mi deseo es ayudar a que más y más mujeres vean su edad como algo positivo. Yo quiero crear un movimiento en donde las mujeres dejen de quitarse la edad, que comiencen a ver su edad como una nueva posibilidad”, dijo la actriz puertorriqueña a AARP en Español. “Por ejemplo, en mi capítulo sobre el amor, yo hablo de que el que más gana es el que llega al último: no siempre hay que ser el primero en la vida amorosa de alguien, a veces el gran amor llega mucho tiempo después. ¿Por qué hablar siempre del “primer amor” y no de mi “último amor”?
¿Cómo fue el proceso creativo?
¡Muy complicado! Primero hice un esquema de los temas que quería compartir y después me ayudé con la tecnología que tenemos a nuestro favor hoy día; yo iba grabando las cosas en el momento que las iba pensando. Eso también presentó momentos cómicos, como una vez que en pleno avión se me ocurrió algo que quería decir y comencé a grabarlo. A mi lado iba sentado un señor que no hablaba español así es que yo iba hablando con la voz más baja que podía, pero él me miraba de reojo. De repente, me emocioné con lo que estaba grabando y comencé a llorar. ¡Habrá pensado que estaba loca! ¡Y lo peor es que yo no podía parar de llorar!
¿Cuál fue el capítulo más difícil de escribir?
El del perdón, porque allí hablo de temas que no había tocado nunca públicamente y no porque no quisiera revelar nada para llamar la atención, sino porque quiero que las personas entiendan lo importante que es perdonar y lo difícil que es lograrlo. Pero es algo que vale la pena. Perdonar es un acto de amor no solo hacia los demás sino a uno mismo.
El otro capítulo muy duro de escribir fue el de mi experiencia con la separación física con mi madre (Nota del editor: La madre de Giselle Blondet, Alba Gómez, falleció en noviembre del 2012). Eso aún ahora, al hablarlo aquí contigo, es algo demasiado duro para mí. Los que han vivido esto saben que no hay una fórmula para aliviar este dolor. Es solo llevarlo un día a la vez.
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