Vida Sana
Amor en tiempos de COVID-19
Tener cáncer de mama me hizo darme cuenta de que las cosas que siempre crees que le van a pasar a otras personas te pueden pasar a ti. Y luego, Tom (su esposo, el actor Tom Hanks) y yo nos contagiamos de COVID-19 en marzo mientras estábamos en Australia, donde él estaba filmando y yo tenía compromisos de canto. Agradezco que nos hayamos recuperado por completo y que lo detectaron temprano, antes de que hubiera tantas muertes. Si hubiéramos sabido lo grave que es la enfermedad, nos hubiéramos sentido mucho más asustados. Pienso en todas las personas que la pasaron solas, sin que nadie pudiera tocarlas, abrazarlas, secarles las lágrimas de la cara, sin poder reír con alguien más. Somos humanos. Necesitamos estar juntos, incluso si es a través de FaceTime.
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El mejor regalo
Mi padre se escapó a Estados Unidos de Bulgaria en la época del comunismo; mi madre, de Albania. Como estadounidense de primera generación, sé valorar el haber crecido en un país libre y donde se practica la democracia. También me ayuda a sentir empatía por las personas a quienes se considera diferentes, y a veces se las rechaza por hablar inglés con acento.
Hay que tener amistades
Cuando cumplí 50 años, mi amiga Nora Ephron alzó su copa de champán y dijo "no dirigí mi primera película hasta que tuve tu edad. ¡Pueden pasar cosas maravillosas!". Ese fue un momento importante para mí. Siempre soñé con ser cantante; por eso, el primer álbum que hice fue de clásicos de las décadas de 1960 y 1970. Luego conocí a la cantautora Kara DioGuardi. Ella se convirtió en mi guía y me presentó a varios músicos increíbles, lo que llevó a mi primer álbum de canciones originales, Rita Wilson.
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