Vida Sana
Desde hace mucho tiempo, “Let It Be” ha estado vinculado al divorcio más sísmico de la cultura pop: la separación de los Beatles en 1970. Pero “The Beatles: Get Back” (enlace en inglés), una serie documental de tres partes del cineasta neozelandés Peter Jackson, que se emite los días 25, 26 y 27 de noviembre en segmentos de dos horas en Disney+, cuestiona la consabida historia de que las sesiones de grabación estuvieron dominadas por la tensión y la melancolía. El documental llega justo después de la publicación de colección del 50 aniversario de “Let It Be” (enlace en inglés). Se trata de una reedición del álbum “Let It Be” de 1970, en 5 CD, con 57 canciones, incluidos varios temas inéditos, algunos de los cuales terminaron en los álbumes en solitario de los miembros de los Beatles. La serie de Jackson ofrece una mirada cándida a los Beatles durante un periodo intensamente creativo en el que la química de la banda oscila entre el afecto, la jovialidad y el conflicto. La desintegración de los Beatles fue compleja y conmovedora, y la complicada historia del peculiar álbum “Let It Be” demuestra que la revisión de Jackson era necesaria.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
La verdadera historia de “Let It Be”
Todo comenzó a principios de enero de 1969, cuando John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr se reunieron en los enormes y fríos estudios cinematográficos de Twickenham Film Studios para preparar su primer concierto en vivo después de tres años. El plan de McCartney era lanzar un programa especial de televisión de alto concepto que incluyera el concierto, las grabaciones de los ensayos y las sesiones de composición de las canciones. Se propusieron escribir 14 canciones para un álbum que entonces se tituló “Get Back”.
Harrison sintió que lo habían dejado de lado y se marchó. Regresó cuando los demás acordaron olvidarse del programa de televisión y trasladar las sesiones al estudio en el sótano de Apple Records en Savile Row, donde el tecladista Billy Preston se unió a ellos y los ayudó a mejorar su estrategia y a levantar el ánimo. Hubo ciertas hostilidades, pero los Beatles también se mostraron amigables y colaboradores.
El 30 de enero, la banda protagonizó el histórico concierto en la azotea de Apple Records en lo que sería su última actuación en público. El álbum “Get Back”, mezclado por Glyn Johns, fue rechazado, por lo que las cintas quedaron archivadas durante un año mientras la banda se dedicaba a la creación de Abbey Road, el verdadero álbum de despedida de los Beatles.
También te puede interesar