7 estrategias para no sentirse invisible a partir de los 50

Muchas mujeres se quejan de que a partir de una cierta edad pasan desapercibidas. Esto se debe, según dicen, no solamente a que los hombres ya no muestran interés en ellas, sino también a que la sociedad en general las desestima. Por supuesto que no voy a decir que la discriminación por la edad es imaginaria. Es algo que existe y ante lo que debemos pronunciarnos en público. Pero también creo firmemente que hay muchísimas maneras de seguir vigentes sin tener que ocultar nuestra edad. A mis 50 y tantos estoy convencida de que sentirse “invisible” es una elección.

Si eres de las que se siente invisible, te invito a que te preguntes si siempre fue así o si es algo que te ocurrió con el paso de los años. En cualquiera de los dos casos, esto tiene que ver directamente con el nivel de confianza que tienes en ti misma más que con la edad. Te lo digo por experiencia. Cuando era muy joven, padecí un grave trastorno alimentario que arruinó mi autoestima. No importaba lo que me dijeran, yo no me veía lo suficientemente delgada o bonita. Además, me sentía incompetente. Pasaron años de terapias y de trabajo interior hasta que lo superé, y después escribí libros sobre la autoestima y la imagen femenina. Pero no fue hasta mis cuarentas cuando me di cuenta de que realmente valía más de lo que yo misma imaginaba. En mis cincuentas, no solamente siento que NO soy invisible, sino también me siento más valorada en lo personal y profesional.

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Por eso sé que es cuestión de autoestima, y por eso dedico tiempo y esfuerzo en mantenerla alta a pesar de las primeras arrugas, las canas, el inicio de la menopausia y algunos pequeños achaques. Por supuesto que no todos los días me siento como una diosa, soy humana. Hay siete estrategias que me ayudan a sentirme muy visible, y aquí te las recomiendo.

1. No ocultes tu edad. La presentadora y actriz puertorriqueña Giselle Blondet me dijo en una entrevista con motivo de su cumpleaños número 50, que cuando una mujer dice su edad, inmediatamente se ve más bella. Así lo creo también. Sueño con el día en que las mujeres digan su edad con orgullo, sin temor a que nadie las juzgue. Al decir abiertamente mi edad no tengo miedo a que alguien descubra cuántos años tengo realmente. Eso es liberador.

2. Desarrolla tu carisma. No pienses que el carisma es algo innato. Después de leer el libro de Olivia Fox Cabane, El mito del carisma, quedé convencida de que el carisma se puede desarrollar. Te recomiendo este libro que explica cómo sacarle partido a tu manera de hablar, interactuar, reír y gesticular. Una mujer carismática nunca será invisible, no importa la edad que tenga.