Vida Sana
El sexo después de los 50 es como el cabello de los caballeros mayores —¿primero escasea y luego desaparece?— Tal vez te parezca un chiste cruel pero lamentablemente tiene algo de cierto.
Después de los 50 disminuye la libido, los hombres mayores sufren de disfunción eréctil y las mujeres mayores sufren de resequedad vaginal o atrofia. Incluso con lubricantes y medicamentos para la erección, estos cambios a menudo hacen el coito difícil o imposible. Sin embargo, si dejas de lado la idea de que el sexo es solamente el coito, el sexo en la madurez podría ser el mejor de tu vida. He aquí las razones:
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1. Cuando se es mayor se está más sincronizado
El amor joven es ardiente y emocionante, pero para el momento en que muchos hombres jóvenes ya están agotados y se han quedado dormidos, sus parejas apenas se están calentando.
Además, las mujeres jóvenes tienden a concentrarse menos en los genitales que los hombres jóvenes y están más interesadas en masajes sensuales en el cuerpo que además sean mutuos. Estas diferencias de género pueden originar conflictos.
Después de los 50, por suerte, la sensibilidad erótica de los hombres y las mujeres comienza a converger. Los hombres necesitan más tiempo para excitarse; a medida que la erección y el coito se hacen más problemáticos, los hombres se acostumbran a la idea de la sensualidad corporal. "En comparación con los amantes jóvenes", dice el psicólogo Richard Sprott, "las parejas mayores son sexualmente más similares. Las parejas que aprecian esto pueden disfrutar de un sexo más gratificante y satisfactorio a los 65 años que cuando tenían 25, —incluso si los hombres no pueden lograr el coito"—.
2. No es necesaria una erección para el goce
Los sexólogos concuerdan que, el acto sexual que satisface a cualquier edad es el resultado de los besos, las caricias y los masajes corporales, y no tanto de las erecciones muy rígidas y el coito frenético. Los masajes incluyen la estimulación de los genitales, pero que no se centran exclusivamente en ellos.
Este mensaje por lo general no les llega a los hombres jóvenes con altos niveles de testosterona. Se precipitan impulsivamente al coito, lo que resulta en eyaculación precoz (y mujeres frustradas).
Los hombres mayores, menos impulsados por las hormonas, pueden aprender a aceptar relaciones sexuales sin penetración —placer mutuo en todo el cuerpo usando los dedos, los labios, la lengua y juguetes sexuales—. Esta práctica les permite hacer el amor en sin tener relaciones sexuales, o erecciones, y quedar completamente satisfechos.
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