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Cómo escoger los mejores asientos para personas mayores de 50

Consejos prácticos para que disfrutes de tu nuevo sofá, sillón o silla.


spinner image Cómo escoger los mejores asientos para personas mayores de 50 - Hombre sentado en un asiento
Si pasas tiempo sentado en un escritorio es importante que escojas la silla apropiada.
sirtravelalot/Shutterstock

¿Te cuesta sentarte, levantarte o encontrar una postura cómoda en el sofá o en el sillón? ¿Te duele la espalda, el cuello o las rodillas tras pasar tiempo trabajando u organizando papeles en la silla de tu escritorio? Si tu respuesta es sí, no te pierdas mi guía de consejos prácticos para elegir asientos que se adapten a las necesidades cambiantes de tu cuerpo. 

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SOFÁS

El sofá suele ser un asiento que comparten varios miembros de la familia, pero es importante escoger un modelo que acomode las necesidades de los más mayores. Un sofá nuevo es un gasto sustancial, así que asegúrate de considerar estos factores antes de comprarlo.

  • Reposabrazos

Aunque hoy en día encontrarás muchos modelos de sofás “minimalistas” y sin reposabrazos, es preferible escoger un sofá con reposabrazos largos en ambos extremos. Además de permitirte reposar el brazo cuando estés sentado, te ofrecerán un punto de apoyo firme al sentarte y al levantarte. En cuanto a la altura, comprueba que puedas reposar el antebrazo sin tener que bajar o levantar el hombro.

  • Altura del asiento

Si las rodillas son tu punto débil, presta especial atención a la altura del asiento. Si éste es demasiado bajo para tu altura, no solo te resultará incómodo estar sentado por largos períodos de tiempo, sino que sentarte y levantarte añadirá estrés a tus rodillas. Si el asiento es demasiado alto, la planta de tus pies no tocará firmemente el piso y acabarás notando tus piernas adormecidas, especialmente si tienes problemas circulatorios.

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  • Profundidad del asiento

La regla que debes seguir al elegir la profundidad del asiento es que se corresponda con la longitud de tus muslos. De este modo podrás estar sentado cómodamente sin tener que reclinarte o estar en una postura que acabe por provocarte molestias en las lumbares.

  • Respaldo y asiento
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Mi consejo es que escojas un modelo de sofá cuyo asiento sea firme pero sin resultar demasiado duro. En cuanto al respaldo, puedes optar por una opción firme y acolchada con o sin cojines. Si prefieres cojines en la espalda, asegúrate de que estén unidos al respaldo en lugar de sueltos para asegurarte el soporte y estabilidad adecuados. El respaldo debe ser lo suficientemente alto para permitirte apoyar toda la espalda, el cuello y la cabeza.

  • Tapicerías

Ten la precaución de escoger siempre tapicerías que se puedan limpiar fácilmente. El algodón y la microfibra son mis opciones favoritas. Evita la piel ya que puede resultar resbaladiza.

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SILLONES

Nada como el sillón perfecto para pasar el rato leyendo, viendo la televisión o incluso echando alguna que otra cabezada. Si estás disfrutando ya de tu segunda juventud, es importante escoger un sillón que ofrezca confort a tu cuerpo y soporte a tus puntos débiles.

  • Sillón tradicional

Empieza por escoger un sillón del tamaño adecuado para tu altura y envergadura. Cuando estés sentado, la planta de tus pies debe poder estar firmemente apoyada en el piso y tus rodillas perpendiculares al suelo. De este modo evitarás poner en tus articulaciones más estrés del necesario. Si tienes problemas en las cervicales, es preferible que el respaldo del sillón sea alto para ofrecer el apoyo adecuado tanto a tu espalda como a tu cuello. En cuanto al asiento, escoge una opción cómoda pero firme y poco profundo si eres de baja estatura (o pon un cojín detrás de ti para poder apoyar la espalda). Mi consejo es que escojas un sillón con brazos para poder apoyarte en ellos tanto al sentarte como al levantarte…. ¡tus rodillas te lo agradecerán! Los brazos son también útiles para colgar en uno de ellos uno de los bolsillos/organizadores que venden para este propósito. Te resultarán muy útiles para tener a mano el teléfono, el mando de la televisión, un libro o tus lentes.

  • Sillón reclinable manual o eléctrico

Este tipo de sillones, cuya popularidad y sofisticación aumenta cada día, son ideales para acomodar dolencias y para asistir con las limitaciones físicas que interfieren con el movimiento. La mayoría incluyen la opción de poder reclinar el respaldo y de subir el reposapiés a distintos ángulos, resultando ideal para personas con artritis y con problemas circulatorios. Si tienes dificultades sentándote o levantándote del sillón, quizá te convenga invertir en una de las versiones en las que todo el sillón (o solamente el asiento) sube y baja para que puedas sentarte o levantarte fácilmente (en inglés, lift y riser recliners).

Sea cual sea la opción que elijas, escoge materiales o tapicerías fáciles de limpiar y solo con las prestaciones necesarias para atender a tus necesidades específicas.

SILLAS DE ESCRITORIO

Si pasas tiempo sentado en un escritorio trabajando, organizando papeles o pagando facturas, es importante que escojas la silla apropiada para aliviar o prevenir las dolencias que suelen acompañar a la edad. El respaldo debe estar diseñado de modo que tu espalda se mantenga ligeramente arqueada con el final de la espalda completamente pegada al asiento. De este modo evitarás que tus lumbares se resientan al soportar demasiado peso si te mantienes en una postura incorrecta. Escoge una silla con brazos tanto para dar un respiro a tus hombros y cuello como para tener un punto de apoyo al levantarte de la silla. La mayoría de las sillas de escritorio permiten regular su altura. Si sueles usar una computadora, sube o baja la silla hasta que la parte superior de la pantalla de tu computadora o monitor esté debajo de la línea de tus ojos. ¡Tu cuello te lo agradecerá!

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