¿Te enloquece tu mascota? Prueba el adiestramiento virtual

"Tienes que brindarle amor y afecto a tu nueva mascota, pero también debes prepararla para un resultado feliz a largo plazo", dice Larissa Wohl, experta en rescate de mascotas del canal de televisión Hallmark. "Debes establecer límites".

El adiestramiento virtual funciona casi como las sesiones privadas en persona, con instrucción individual y tareas semanales para practicar en casa, pero con mucha más flexibilidad. Suele ser más fácil programar las sesiones, y algunos adiestradores locales hasta ofrecen paquetes híbridos que incluyen clases en persona. Además, con las sesiones virtuales es posible trabajar con cualquier adiestrador, donde sea que se encuentre. Eso es especialmente útil para quienes buscan un especialista en gatos, que no son fáciles de encontrar.

Kristina Trank Donovan, del servicio de adiestramiento canino No Problem! en Los Ángeles, ha estado adiestrando muchos perros de la costa este desde que trasladó sus clases en línea. "Me están llegando clientes de todo el país, lo cual es bueno", comenta.

Los precios varían drásticamente de una ciudad a otra, pero al no estar atados a la ubicación geográfica, es más fácil para los dueños de mascotas buscar adiestradores con distintos enfoques. Por ejemplo, el método que no usa la fuerza depende de las técnicas de refuerzo positivo, que ha demostrado mejoras en obediencia y comportamiento.

"El refuerzo positivo promueve realmente el aprendizaje y razonamiento en el cerebro de los perros", explica Kait Hembree, jefa de adiestramiento de la aplicación GoodPup. "De esa manera se guía al perro a comportarse como se espera".

Cómo funciona el adiestramiento virtual de mascotas

Para aprovechar al máximo la sesión, los dueños de perros y gatos deben limitar las distracciones instalándose en un sitio tranquilo frente al dispositivo electrónico antes de la hora de la cita, armados con un arsenal de golosinas o premios de mucho valor. Susan Claire, de Play Train Positive Dog Training en el sur de Florida, aconseja a los clientes colocar el teléfono o computadora portátil un poco más arriba del nivel de los ojos y enfocado hacia abajo, con un espacio despejado de 8 a 10 pies para el área de adiestramiento. Ella quiere ver claramente al dueño y al perro de pie y caminando.

Como los adiestradores no pueden tomar la correa para ilustrar las técnicas virtualmente, muchos usan a sus propios perros para demostrarlas. "Me ha sorprendido descubrir que es casi mejor que yo no lo haga porque así la gente toma más la iniciativa de ejecutar lo aprendido", señala Claire. "Lo más difícil es prepararse y poner la cámara en el ángulo perfecto para que pueda verlos".

Donde la experiencia virtual difiere más es en la socialización, lo cual es una parte integral del adiestramiento canino. Muchos adiestradores aconsejan a sus clientes virtuales exponer al perro a nuevas experiencias saliendo a caminar con amigos (con distanciamiento social), planeando encuentros para que los cachorros jueguen atados con correas largas o llevándolos a lugares concurridos.

"Puedes llevarlos a Lowe's o Home Depot, donde hay muchos ruidos y sonidos raros", dice Claire. "Eso también es parte de la socialización".

Usa funciones como chats y notas escritas

Cohen decidió usar GoodPup, una aplicación de adiestramiento canino virtual que ofrece funciones como notas escritas del adiestrador, un registro de las tareas para el hogar y chats las 24 horas del día, 7 días por semana. A través de la aplicación en su teléfono (GoodPup se ofrece en este momento solo en los teléfonos o tabletas con sistema operativo iOS y Android), Cohen se reúne con su adiestradora Jess para su cita semanal mediante videollamada en vivo.

Cuando Maisie empezó a ladrar fuerte a los transeúntes desde la terraza de la casa de Cohen, ella rápidamente trató el problema con Jess. Cuando ladraba constantemente a un perro o a una persona desconocida desde el patio, "la llevaba de inmediato adentro y terminaba su salida al sol", dice Cohen.

Pero Maisie no entendió del todo el mensaje. Su instinto la llevaba a advertirle a su dueña del peligro de un extraño. Por eso, Jess aconsejó a Cohen que agradeciera esencialmente a Maisie por su servicio, de manera agradable, con un tono de voz cálido y una golosina de alto valor; en este caso, queso.

Eso le desviaba la atención lo suficiente para darle la orden de sentarse; y luego, con el tiempo, la orden de estar quieta, que Maisie aprendió que significa callarse. "Ahora ladra dos o tres veces en vez de ocho o veinte", dice Cohen. "Sin el adiestramiento, no tengo idea de lo que hubiera sido".