Vida Sana
Como hay más personas que han recibido la vacuna contra la COVID-19, Tami Hackbarth sabe que pronto recibirá las llamadas de sus amistades, la invitarán a salir a cenar, a ir al cine o a asistir a conciertos en vivo.
Sin embargo, después de pasar meses limitando sus interacciones sociales, la idea de volver a relacionarse en persona le genera ansiedad.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
"Existe la expectativa de que volveremos a reunirnos en espacios cerrados", dice Hackbarth, de 51 años y residente de Sacramento, California. "Con tan solo pensarlo, me pongo a sudar".
Aunque las autoridades médicas ya han dado la luz verde para que se reúnan las personas vacunadas en pequeños grupos, y aunque muchos sentirán más confianza para salir a cenar o volver a reunirse con familiares y amigos, el haber pasado más de un año de cuarentena y distanciamiento social ha tenido cierto impacto. En lo que se refiere a las situaciones sociales, tal vez no sea simplemente agendar una cita en el calendario.
Podría resultar muy extraño e incómodo volver a entrar al mundo social, por más natural que se haya sentido alguna vez.
"La COVID-19 de verdad ha alterado nuestra manera de interactuar con los demás (...) y hay cierto estrés en las redes [y en] las relaciones sociales", dice Matthew Lee Smith, codirector del Center for Population Health and Aging en Texas A&M University. "Cuando llegamos a un punto en que [las cosas] empiezan a abrir (...) aparece la ansiedad (...) y la pregunta es: ¿vale la pena asumir el riesgo [de salir en una situación social]?"
Aceptar que será incómodo
En el momento más intenso de la pandemia, muchas personas se sintieron más aisladas y solas que nunca. Se contrajeron los círculos sociales, y las conversaciones del día a día —con amigos, conocidos y extraños— en muchos casos fueron limitadas. Por ejemplo, en una investigación realizada por AARP Foundation y la United Health Foundation se reveló que casi 3 de cada 10 mujeres no tuvieron ninguna interacción social con personas fuera de su hogar o de su trabajo durante un período de hasta tres meses.
A medida que las personas empiecen a reunirse de nuevo, las conversaciones podrían ser algo incómodas. Es posible que la gente olvide hacer contacto visual o que sienta ansiedad al estar en un grupo de personas vacunadas, a pesar de que se ha asegurado que ello constituye un bajo nivel de riesgo de exposición a la COVID-19.
También te puede interesar
Lecciones que la pandemia nos ha enseñado
Lo que hemos aprendido en los últimos 12 meses será rentable por muchos años.
10 maneras de hablar de la vacuna sin pelear
Consejos y estrategias para no entrar en conflictos con tus amigos y seres queridos.Qué puedes hacer para superar la ansiedad en tiempos de la COVID-19
Inspírate con estas historias de latinos que encontraron fortaleza y se adaptaron a los tiempos.