Vida Sana
Llegar a ser millonario puede parecer imposible, en particular durante esta recesión impulsada por la pandemia, a medida que permanece alto el desempleo y siguen bajando los ingresos familiares. Sin embargo, puedes aprender unas buenas lecciones sobre las finanzas de quienes lograron formar parte del club de siete cifras, incluso si quizás tu patrimonio neto siempre se exprese en cantidades menores. A fin de cuentas, es poco común que los millonarios se vuelvan ricos de la noche a la mañana o que ganen salarios enormes. “Mucha gente confunde la riqueza con los ingresos”, dice Sarah Stanley Fallaw, coautora de The Next Millionaire Next Door, la continuación de The Millionaire Next Door, que fue publicado originalmente en 1996 por su padre, Thomas J. Stanley, quien falleció en el 2015.
Al contrario, la riqueza por lo general se acumula con el pasar del tiempo, con ingresos variados y a través de todo tipo de ciclos económicos. Y ya sea que eso nos lleve a acumular un millón de dólares en ahorros para la jubilación o alcanzar otros hitos monetarios que valgan la pena, la manera de lograr el éxito financiero, como ha notado Fallaw al continuar la labor de su padre, es poner en práctica unos principios básicos que han aguantado el paso del tiempo. “Sin intención de que parezca aburrido, resultó muy claro que los elementos que fueron esenciales para acumular riqueza cuando mi padre escribió el libro en la década de 1990 siguen siendo importantes ahora”, dice Fallaw.
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Las siguientes son seis lecciones que puedes aprender del millonario jubilado común y corriente:
Lección 1: vive por debajo de tus posibilidades
Cuando Jeremy Schneider tenía poco más de veinte años, fundó RentLinx, una red en línea de listados de viviendas de alquiler, y se pagaba solo $36,000 al año (el salario más bajo de su nómina). En el 2015, a los 34 años, vendió su empresa a AppFolio por más de $5 millones; se jubiló a los 36 años. “Con esa ganancia, prácticamente me convertí de pobre a rico de la noche a la mañana”, cuenta Schneider, quien ahora tiene 39 años y maneja su nuevo sitio web, Personal Finance Club.
Pero algo que no cambió fue su frugalidad. Antes de volverse millonario, eso significó compartir su vivienda y vivir en un vecindario menos recomendable para poder pagar solo $700 al mes en alquiler en San Diego (comparado con el promedio actual de unos $2,200 al mes para esa ciudad, según RentCafe). Conducía un Ford Explorer de 1999, por el que pagó $3,000 en efectivo. Rara vez comía en restaurantes, y cuando lo hacía, no pedía bebidas. “Me esforzaba mucho para no gastar nada”, dice.
Después de que ganó sus millones, aflojó un poco las riendas y duplicó sus gastos mensuales. Hasta compró un automóvil mejor: un nuevo Mazda CX-5. Pero mantuvo los gastos de su estilo de vida más costoso muy por debajo de sus posibilidades. En vez de vivir de la tasa recomendada de retiro del 4% de su cartera de inversiones, solo saca un 1.5% para cubrir sus gastos. “Es esencial vivir por debajo de tus posibilidades, sin importar lo que puedas gastar”, afirma Schneider. “Si gastas todo, nunca tendrás ni un centavo. Y eso de verdad abarca todos los niveles de ingreso”.
Lección 2: lleva un registro de tus gastos
No lo llames presupuesto, pues si bien esa palabra podría asociarse con restricciones, llevar un registro de tus gastos en realidad tiene que ver con la información. Y con esos datos, podrás tomar el control de la forma en la que gastas tu dinero.
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