Vida Sana
En el 2017, a los 63 años, Craig Bradley se jubiló de una carrera en Recursos Humanos. Después de haber trabajado 40 años, estaba listo para dejar atrás el levantarse temprano, los correos del trabajo y el extenuante viaje diario a la oficina.
“Durante dos o tres meses mi vida fue ‘¡Oh, voy a viajar a este lugar!’ y ‘¡Voy a ver a estos amigos!’”, recuerda. “Pero cuando esa euforia inicial comenzó a desvanecerse, empecé a sentirme perdido, sin propósito, preguntándome qué iba a hacer con mi día”.
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Para quienes se están acercando a la jubilación, la salud física y financiera por lo general son las principales preocupaciones, y la salud emocional comúnmente queda en segundo plano. Un estudio de AARP de octubre del 2022 halló que el 57% de los jubilados y el 41% de los adultos no jubilados nunca pensaron en hacer planes para sus necesidades emocionales cuando dejaran de trabajar. Casi la mitad de los adultos jubilados dijeron que no habían pensado en buscar formas de sentirse satisfechos.
“Las personas a menudo se sienten abrumadas por la idea de la jubilación”, dice Patricia Cavanaugh, una expsicoterapeuta en el área de la Bahía de San Francisco que se convirtió en consejera personal para la jubilación cuando advirtió que no había muchos recursos para ayudar a las personas a planificar los efectos psicológicos de dejar el ámbito laboral.
Eso puede hacer que muchos posterguen considerar o planificar su vida después del trabajo. La encuesta de AARP halló que las personas que comienzan a planificar su jubilación por lo general sienten temor e incertidumbre. Entre los recién jubilados, es común observar aburrimiento, aislamiento, soledad y una sensación de falta de propósito.
Otro estudio halló que el 28% de las personas jubiladas sufren de depresión, un índice “considerablemente más alto” que el de la población mayor en general, según investigadores de la Universidad de Míchigan.
En el caso de Bradley, a la lista se agrega un sentimiento de culpa. A medida que intentaba acostumbrarse a la sensación de que, al no tener obligaciones laborales, ya “no me necesitaban”, sus amigos y colegas anteriores no dejaban de decirle qué afortunado era por haber podido jubilarse.
“Ya te sientes mal, y encima de eso, sentirte mal te hace sentir mal”, dice.
Por qué la jubilación puede resultar confusa
Un motivo por el que las personas pueden sentir que tambalean en la jubilación es que estamos viviendo más que las generaciones anteriores, y muchos de nosotros no tenemos modelos que nos muestren cómo encontrar significado en los 20 o 30 años que vivimos después de dejar de trabajar, dice Cavanaugh. Incluso quienes están muy entusiasmados con la jubilación pueden sentir ansiedad si no tienen un plan para ayudarlos en la transición, agrega.