Mantener los beneficios por discapacidad del Seguro Social puede hacerse más difícil

Ciertas nuevas normas propuestas por la Administración del Seguro Social (SSA) podrían hacer más difícil mantener los beneficios por discapacidad.

La SSA examina los reclamos por discapacidad periódicamente para determinar si ha habido cambios en la salud de un beneficiario que puedan afectar su derecho a recibir beneficios. Actualmente, la SSA agrupa los tipos de discapacidad en tres grandes categorías, cada una con sus propios tiempos y plazos de revisión de los beneficiarios: los casos en que se anticipa una mejoría médica (Medical Improvement Expected) se revisan cada 6 a 18 meses; los casos en que la mejoría médica es posible (Medical Improvement Possible) se revisan cada 3 años, y los casos en que no se anticipa una mejoría (Medical Improvement Not Expected) se revisan cada 5 a 7 años.

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La SSA ha propuesto ahora una nueva categoría de mejoría médica probable —Medical Improvement Likely— que se ubicaría entre las categorías de mejoría anticipada y mejoría posible. Las personas que sean transferidas de la categoría de mejoría posible a la nueva categoría tendrían que completar las revisiones con mayor frecuencia; quienes sean transferidos desde la categoría de mejoría anticipada tendrían revisiones con menor frecuencia. El cambio afectaría a las personas que reciben beneficios del programa de seguro por discapacidad del Seguro Social (SSDI) o del programa de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI).

Andrew M. Saul, comisionado del Seguro Social, dice que la agencia no ha actualizado ciertas reglamentaciones sobre discapacidad en décadas y debe hacerlo ahora para evitar el fraude. “Creo que los requisitos para recibir los beneficios deben ser justos y deben representar a una persona que está realmente discapacitada y debería estar disponible para los beneficios”, comentó Saul en una conversación con AARP el mes pasado. “Es por eso que las leyes se aprobaron en un principio. Los reclamos injustificados no deben proceder".

En sus comentarios a la SSA sobre la norma propuesta, AARP solicitó que todo cambio a los programas de discapacidad esté sustentado por datos claros y que la visión se enfoque en el impacto que esos cambios tendrán en los beneficiarios. De acuerdo con la SSA, más de tres de cada cuatro de las personas que recibieron beneficios SSDI por discapacidad en el 2018 tenían 50 años o más; la edad promedio de los beneficiarios de SSDI fue 54.7.