Vida Sana
Durante casi 100 años, las estrellas de Hollywood y otras celebridades se han comprometido para apoyar, y en ciertas ocasiones protagonizar, determinados roles en la política. Algunas de ellas han dejado una marca perdurable en la sociedad, ya sea a través de las causas que han defendido o de los candidatos que han respaldado. Uno incluso se convirtió en presidente de Estados Unidos.
Aquí se mencionan las 20 celebridades políticamente más efectivas de todos los tiempos, seleccionadas por los editores de National Journal, una revista semanal de política y asuntos públicos.
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Warren Beatty
A medida que el poder en la industria cinematográfica durante la década del 60 pasaba de los estudios a las estrellas, Beatty ayudó a definir las nuevas oportunidades disponibles para las estrellas más destacadas de Hollywood. Insatisfecho por aparecer ante las cámaras como un actor principal carismático (aunque a menudo encubierto), comenzó a trabajar entre bastidores como productor, director y escritor.
Beatty experimentó la misma transición en la política. A pesar de que participó en campañas por diversas causas y candidatos a principios de la década del 70 (especialmente para el candidato presidencial demócrata George McGovern en 1972), el Beatty cerebral, precavido e independiente rápidamente comenzó a concentrarse en sus pasiones políticas fuera del escenario. "Sentí que el aspecto publicitario de la participación me hacía sentir tonto", dijo más adelante.
En cambio, Beatty perfeccionó un nuevo rol: la estrella como estratega. En la carrera de McGovern en 1972 y luego en el intento presidencial del senador Gary Hart de Colorado en 1984 (a quien conoció cuando Hart se desempeñaba como coordinador de la campaña de McGovern), Beatty ejerció más influencia en una campaña presidencial que ninguna otra figura de Hollywood hasta entonces.
Para McGovern, Beatty hizo de todo, desde organizar conciertos de rock para recaudar fondos hasta encaramarse en un gran esfuerzo por convencer a Hubert Humphrey para que aceptara acompañar al candidato en la fórmula como vicepresidente. Con Hart, Beatty actuó como asesor general que estimulaba al a veces vacilante candidato (con un éxito diverso) a que despojara la rigidez de su lenguaje como senador y revelara más sus emociones a los votantes.
La amistad de Hart con Beatty, en ese entonces el casanova más famoso de Hollywood de su edad, generó una controversia, en medio de los cuestionamientos sobre la situación matrimonial de Hart. Dentro de la campaña, sin embrago, incluso los asesores más obstinados de Hart veían a la estrella como una influencia positiva, creativa y curiosamente estabilizadora sobre el reservado candidato.
A veces poco práctico (y ocasionalmente inexpugnable) en sus consejos, Beatty nunca más se involucró tanto en una campaña y con frecuencia se sintió distanciado del Partido Demócrata que se volcó al centro. Pero durante este período de gran participación, ayudó a consolidar la idea de que las celebridades pueden hacer más en la política que adornar actos públicos.
Harry Belafonte
Como cantante y actor, Belafonte tenía lo más inusual para un hombre negro en la década del 50: una plataforma pública. Durante años, él explotó ese activo con compromiso y creatividad para respaldar el movimiento por los derechos civiles.
Belafonte utilizó todas las herramientas a su disposición, como su fama (encabezó marchas y actividades para recaudar fondos y en una oportunidad dirigió una delegación de estudiantes a la Casa Blanca durante la presidencia de Eisenhower para entregar una petición en apoyo de la integración escolar), su dinero (pagó la fianza para que dejaran en libertad a Martin Luther King Jr. de la prisión en Birmingham, Alabama) y su experiencia política (actuó como emisario y puente entre King y Robert F. Kennedy y también entre King y grupos de reivindicación de derechos civiles más impacientes). Más que un exponente público, Belafonte se convirtió en confidente y estratega de los dirigentes que luchaban por los derechos civiles.
Belafonte también demostró una vitalidad política notable. Casi tres décadas después de haber conocido a King, en 1985 ayudó a organizar la grabación de "We are the World" con un reparto estelar para ayudar a África y trabajó como embajador especial de UNICEF.
En los últimos años sus ideas tambalearon; sus comentarios sobre política exterior se desviaron al otro extremo y durante la presidencia de George W. Bush comparó de manera ofensiva a Colin Powell y Condoleezza Rice con esclavos domésticos. Pero ningún artista hizo más por ayudar a eliminar la segregación impulsada por el estado en Estados Unidos.
Bono
¿Alguna vez una celebridad acumuló tanta influencia política como Bono? Nunca nadie siquiera se acercó. Oriundo de Paul Hewson, el vocalista principal de la banda irlandesa U2 se convirtió en el punto de apoyo de una red global de líderes políticos, filántropos, expertos en desarrollo y celebridades dedicados a combatir la pobreza en los países en vías de desarrollo, especialmente en África.
Con su orientación religiosa, Bono una vez cantó sobre el día "en que todos los colores se fundan en uno", y a veces parece que él mismo personificara esa convergencia: él se relaciona tan fácilmente con jefes de estado en Davos como con Bruce Springsteen en el Salón de la Fama del Rock and Roll, y puede hablar sobre reformas y responsabilidad en países pobres con el lenguaje de un doctor en economía con la misma fluidez que el lenguaje de la obligación cristiana para con los necesitados.
Bono ha demostrado tenacidad, persistencia y una extraordinaria destreza política para construir alianzas no sólo con figuras políticas estadounidenses de centroizquierda como Bill Clinton y Bill Gates sino con George W. Bush y Jesse Helms, el senador archiconservador de Carolina del Norte, con quien Bono inició un debate sobre las Sagradas Escrituras y lo convenció de asistir al concierto de U2.
Estas maniobras políticas tan astutas ayudan a explicar por qué Bono no sólo fue capaz de concienciar a las personas sobre estos temas, la pobreza y los problemas sanitarios en África, sino que también cambió la forma en que las celebridades interactúan con los políticos y con estos asuntos. Más que cualquier figura individual, él es responsable de la mayor participación de las celebridades en la lucha contra la probreza en los países en desarrollo, del mayor énfasis en la acción directa como complemento de los grupos de presión del Gobierno y de la dedicación a la construcción de instituciones (como la campaña ONE que cofundó para movilizar el respaldo del público estadounidense para ayudar a África).
Lo que es más, Bono hizo todo esto manteniendo un enconado sentido irónico respecto de su propia vida privilegiada, y sólo en algunas ocasiones puso a prueba la tolerancia de su público con sermones, destacando la participación sobre la confrontación con prácticamente todas las personas con las que interactúa.
"Él les pide a todos que pongan todo de sí," dijo el actor George Clooney a The New York Times. "Si no te esfuerzas, te sientes avergonzado. Eso es lo más importante. Y todos queremos ser esa clase de persona".
George Clooney
En pantalla, Clooney representa la vuelta a la elegancia de Hollywood del pasado, lo más parecido a otro Cary Grant que ha producido la comunidad cinematográfica. En su vida política, Clooney está ayudando a forjar el modelo de activismo incipiente de las celebridades del siglo 21.
Siguiendo el estilo principalmente de Bono (a quien reconoce abiertamente como una inspiración), Clooney tiene una orientación global (su principal causa política ha sido la violencia en Darfur); disciplinado en sus compromisos (la maratón televisiva de ayuda que organizó después del terremoto en Haití fue una de las pocas cosas que lo apartaron de su concentración en África); más interesado en la acción directa que en la política electoral (a pesar de que respalda al presidente Obama, no participó visiblemente en su campaña); con deseos de trabajar con líderes políticos de ambos partidos; medido en sus comentarios públicos y creativo en el uso de las herramientas de comunicación modernas para impulsar sus causas.
Quizás, Clooney se convirtió en la primera celebridad con su propio satélite cuando se asoció con Google, Harvard University y las Naciones Unidas para financiar uno que monitoreara los posibles actos de violencia durante la votación sobre la independencia de Sudán del Sur este año. Clooney también fue un creador de instituciones, en colaboración con los actores Don Cheadle, Matt Damon, Brad Pitt y otros para fundar Not on Our Watch, un grupo que pretende llamar la atención mundial a raíz de los desastres y atrocidades humanitarias.
Los analistas políticos consultados por National Journal alabaron su "sinceridad", "trabajo arduo" y "estrictamente humanitario sin ningún propósito de promoción personal". Agudo, humilde y tenaz, Clooney está adquiriendo una reputación en el mundo de la política que se asemeja a su persona en cámara, parecido a un auto que llama la atención por su estilo pero que finalmente impresiona por su confiabilidad.
Melvyn Douglas y Helen Gahagan Douglas
Glamorosos y corteses, serios y comprometidos, fueron la primera pareja de pensamiento liberal del Nuevo Trato durante los años de formación del desarrollo político de Hollywood.
Al principio Melvyn era el impulsor, un pilar de las comedias sofisticadas de MGM (conocido como "el hombre que hizo reír a Garbo" en el clásico de 1939 Ninotchka). Douglas también demostró ser un organizador político nato. Cumplió un rol muy importante en la formación de grupos del Frente Popular de Hollywood que intentaban incentivar la oposición a Hitler y respaldar al sector republicano en la Guerra Civil Española; en 1938, lideró la creación del Motion Picture Democratic Committee, la primera organización de Hollywood centrada en la política electoral.
Un candidato enérgico y popular, Douglas fue recompensado por su activismo en 1940 cuando se convirtió en la primera celebridad electa como delegado a la Convención Nacional Demócrata. Esa convención, irónicamente, marcó un momento decisivo en el que su esposa, una cantante y actriz con un profundo compromiso por los pobres asumió el rol político principal de la familia: durante la campaña de 1940, ella acompañó incansablemente al presidente Franklin D. Roosevelt, incluso aceptando una designación como vicepresidente del Partido Demócrata en California.
En 1944, Helen fue electa representante en el Congreso (FDR la promocionó como la alternativa demócrata a la sagaz y elegante representante republicana Clare Boothe Luce). Ella se desempeñó como representante durante tres períodos antes de perder la carrera por el Senado de California en 1950 frente a Richard Nixon, quien la llamaba la "dama de rosa" e injustamente la acusó de ser una simpatizante comunista. (De hecho, tanto Helen como Melvyn discutieron frecuentemente con comunistas en los grupos del Frente Popular).
A partir de entonces, ambos Douglas dejaron de participar mucho en política; a Melvyn lo incluyeron en una "lista gris" como "antifascista prematuro" y no volvió a trabajar regularmente hasta la década del 60. Pero más que cualquier otro en la generación fundadora de activistas de Hollywood, ellos demostraron la cantidad de puertas que pueden abrirse en Washington para las estrellas comprometidas políticamente.
Michael J. Fox
Desde que en 1998 reveló que padecía la enfermedad de Parkinson, Fox ha sido una voz influyente y conmovedora para profundizar los esfuerzos del Gobierno federal para encontrar una cura, especialmente mediante la financiación de investigaciones con células madre.
En el 2006, Fox participó eficazmente en la campaña de diversos candidatos demócratas que apoyaban las investigaciones con células madre, y apareció en un recordado aviso publicitario que ayudó a Claire McCaskill a ganar su banca en el Senado (en inglés) en Misuri. El anuncio, que mostraba a Fox temblando de manera descontrolada, recibió el ataque inmediato de Rush Limbaugh pero las críticas se volvieron en su contra y el impacto del anuncio fue mucho mayor.
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Ify Anne Nwabukwu, B.S.N., R.N.
Fundadora y directora ejecutiva de la African Women's Cancer Awareness Association (AWCAA).