Vida Sana
Por años, incluso décadas, todos —de pacientes a presidentes— se han quejado de la espiral de precios de los medicamentos recetados. Sin embargo, poco se ha hecho para que cambie eso. Tal vez ha llegado el momento.
En mayo del 2017, AARP Bulletin publicó un amplio informe sobre por qué los medicamentos cuestan tanto. Aunque el sistema de salud de Estados Unidos es increíblemente complejo, la respuesta se reduce a algo simple: en un mundo de leyes de patentes fuertes y regulación de precios limitada, las compañías farmacéuticas con fines de lucro tienen un poder extraordinario de cobrar lo que quieren por los medicamentos que ofrecen.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Poco ha cambiado. Los precios de los medicamentos siguen subiendo mucho más rápido que la tasa de inflación. Según el Instituto de Política Pública de AARP (en inglés), el costo promedio anual de un medicamento de marca se triplicado en la última década, de $1,868 en el 2006 a $6,798 en el 2017, Los adultos mayores ahora toman un promedio de 4.5 medicamentos cada mes, lo cual puede sumar un costo total de más de $30,000 al año por medicamentos de marca.
Lo que es diferente es que los precios están tan fuera de control que demócratas y republicanos han encontrado algo en lo que están de acuerdo. Esto hace que los defensores de los consumidores tengan la esperanza de que pronto se haga algo al respecto. En el Congreso se han presentado varios proyectos de ley bipartidistas para atacar el problema. Y el mes de mayo pasado, la Administración Trump dio a conocer un plan para hacer frente a los altos precios de los medicamentos que contiene muchas estrategias de sentido común respaldadas por AARP.
La solución no será simple. "Debido a que nuestro sistema de salud está muy fragmentado, no existe una solución milagrosa para este problema", explica Leigh Purvis, directora de Investigación de Servicios de Salud del Instituto de Política Pública de AARP.
Pero AARP cree que una combinación de tácticas puede controlar los precios de los medicamentos. Esto incluye dar al Gobierno federal la capacidad de negociar al comprar medicamentos, legalizar la importación segura de medicamentos que se venden a precios más bajos en otros países y limitar los costos de bolsillo de los pacientes.
Un enfoque final es cambiar las reglamentaciones del sistema de patentes que permiten que los fabricantes de productos farmacéuticos de marca congelen la competencia de las alternativas genéricas que podrían reducir los precios. "Las compañías farmacéuticas son increíblemente innovadoras para hallar formas de fortalecer sus monopolios", dice Purvis.
Para ayudar en la lucha por reducir los costos de los medicamentos recetados, AARP ha lanzado la campaña Basta con medicamentos costosos, una iniciativa de alcance nacional para persuadir a los legisladores federales y estatales a tomar medidas sobre el tema. La campaña incluye esfuerzos de cabildeo, programas de información al consumidor y la publicación de nuevas investigaciones sobre los precios de los medicamentos.
Sigue leyendo para aprender más acerca de los diferentes factores detrás de los altos precios de los medicamentos y lo que se puede hacer al respecto.
El problema: Poco poder de negociación
Una de las razones por las que Estados Unidos tiene los costos de medicamentos recetados más altos del mundo es que somos la única nación industrializada cuyo Gobierno no negocia los precios con los fabricantes de medicamentos. La ley del 2003 que creó la cobertura de medicamentos para pacientes ambulatorios bajo la Parte D de Medicare tiene algo de culpa. Medicare —que incluye tanto la Parte D como la Parte B (administrada por el proveedor) de medicamentos recetados— representa el 30% del gasto de medicamentos en los planes de la Parte D de Medicare en Estados Unidos, que actualmente cubren a cerca de 44 millones de adultos. Estos planes deben proporcionar casi todos los medicamentos de seis clases determinadas de fármacos (como antidepresivos y medicamentos contra el cáncer) y al menos dos medicamentos, si están disponibles, en todas las demás categorías de tratamiento. Estos requisitos pueden limitar la capacidad de los planes de la Parte D para negociar con las compañías farmacéuticas. Más importante aún, la influencia de los planes individuales de la Parte D ni siquiera se aproxima a la que Medicare tendría si negociara con las compañías farmacéuticas en nombre de todos los beneficiarios.
En contraste, Australia, Japón y la mayoría de los países europeos tienen algún tipo de programa nacional de salud con juntas de revisión de medicamentos que negocian con los fabricantes. Analizan si un nuevo medicamento es más eficaz que sus encarnaciones anteriores o es simplemente una versión ligeramente modificada. A menudo, son capaces de negociar descuentos significativos porque pueden dejar de comprar si las compañías no cooperan. De esta manera, el medicamento Humira —que trata enfermedades autoinmunes como la psoriasis, la enfermedad de Crohn y la artritis reumatoide (y es el fármaco más vendido en el mundo)— alcanzó los $3,431 mensuales en Estados Unidos en el 2015, pero solo cuesta $982 en Francia. El medicamento para el asma Advair tenía un precio mensual de $310 aquí, mientras que en Alemania solo costaba $38. La lista sigue y sigue.
La solución: Dar a Medicare la capacidad de negociar con los fabricantes es la mejor manera de atacar los altos precios de los medicamentos. Algo que también ayudaría: permitir a los planes de la Parte D más flexibilidad para crear sus formularios (listas de medicamentos cubiertos), arbitrar disputas entre fabricantes y aseguradoras, y usar el precio de un medicamento en otros países para ayudar a fijar su precio aquí. "Usar los precios de ellos como base para determinar el valor aumenta la capacidad de negociación [de Medicare]", expresa Ameet Sarpatwari, subdirectora del Programa de Regulación, Tratamientos y Derecho del Brigham and Women's Hospital de Boston. "Después de todo, los fabricantes siguen obteniendo beneficios de sus ventas en el extranjero".
También te puede interesar
Los estados luchan por reducir los precios de los medicamentos
Buscan transparencia, importación de medicinas y otras medidas.