Vida Sana
Bobbie Bowman, Susan Fadness y Diane Roberts no van a permitir que una pandemia les impida hacer lo que dicen que es su deber patriótico y cívico: trabajar en sus centros de votación locales para ayudar a sus amigos y vecinos a votar.
"Estas son unas elecciones en las que tenemos que salvar a nuestro país y he decidido que mi contribución será trabajar el día de las elecciones".
Se encuentran entre los más de un millón de personas en todo el país que se necesitan para registrar a los votantes, comprobar su identificación (en algunos estados) y ayudar a los votantes a navegar por el proceso electoral. Y en el 2020, se les pide a los voluntarios que hagan aún más: limpiar las máquinas de votación, recordar a las personas el distanciamiento social y, en algunos estados, ayudar a procesar el gran número de votos en ausencia que ya han sido emitidos.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
"Siento que es mi deber cívico hacer esto", dijo Bowman, de 74 años, un periodista jubilado que vive en el norte de Virginia y ha sido trabajador electoral desde el 2012. "Estas son unas elecciones en las que tenemos que salvar a nuestro país y decidí que mi contribución va a ser trabajar el día de las elecciones".
La mayoría de las personas que tradicionalmente trabajan en las urnas son adultos mayores, especialmente los que están jubilados y no tienen que tomarse tiempo libre para cumplir con su deber cívico. En el 2018, el 83% de los que trabajaban en las urnas tenían más de 40 años, el 31% tenían entre 61 y 70 años, y el 27% tenían más de 71 años, según un análisis del Pew Research Center.
Los temores sobre la COVID-19 impidieron que Fadness, una trabajadora social jubilada de 70 años, trabajara en las urnas durante las primarias de Wisconsin en abril y agosto. "Había tantas incógnitas sobre el coronavirus en ese momento", dijo Fadness, quien ha trabajado en las urnas en varias elecciones anteriores. Pero ahora, dice, el público ha aprendido mucho más sobre cómo hacer frente a la pandemia y tomar precauciones para detener su propagación. Decidió inscribirse para trabajar en noviembre. Aunque casi todos sus conocidos planean votar por correo, "algunas personas prefieren ir a las urnas, así que tenemos que asegurarnos de que puedan hacerlo".
Diane Roberts, quien dirige su propia empresa de producción de radio y televisión en Washington, D.C., se enteró por el sindicato SAG-AFTRA, al que aún pertenece, de que se necesitaban desesperadamente trabajadores electorales para estas elecciones, así que ella y un amigo decidieron inscribirse.
"Siento que estas son unas elecciones muy importantes", dijo Roberts. "Ser una trabajadora electoral es una forma de mostrar mi patriotismo". Roberts cree que es importante que las personas relativamente jóvenes y saludables den un paso adelante en un momento en que quienes suelen hacer este trabajo dudan debido al virus. A pesar de querer ayudar, Roberts se enteró recientemente de que el Distrito de Columbia no la necesitaba en las urnas, después de todo. "Quedé decepcionada", dijo.
También te puede interesar
La postura de Trump y Biden frente a los temas relevantes
Entrevista de AARP con los candidatos presidenciales.La preocupación por el virus y el Seguro Social une a los votantes mayores
Encuesta de AARP: los problemas generan un apoyo bipartidista.
Encuesta en los estados indecisos: sigue en juego la elección presidencial
Las encuestas de AARP revelan que la mayoría de adultos mayores planea votar anticipadamente.