Vida Sana
Aunque no hay dos cuidadores familiares que enfrenten los mismos problemas cotidianos, todos tienen en común un tipo de presión: el desafío inherente de ayudar a los seres queridos que no pueden vestirse solos.
En un momento de la vida en el que parece que la independencia se va perdiendo poco a poco —ya sea al volante, en el trabajo o en el cuidado personal—, la incapacidad para ponerse unos pantalones o abrocharse una camisa le resta aún más dignidad. Por eso es alentador ver que cada vez más diseñadores y minoristas ofrecen una gama de elegantes opciones de prendas de vestir comúnmente denominada “ropa adaptable”. Estos artículos van desde zapatos fáciles de poner hasta pijamas con cierre de velcro.
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Fomentar la independencia y mantener la dignidad
“Uno de nuestros objetivos principales en la geriatría es mantener y apoyar la independencia. Por lo tanto, disponer de ropa adaptable que permita a alguien mantener esa capacidad de vestirse solo, sin necesidad de ayuda o tal vez con ayuda modificada, es un objetivo esencial y también supone una gran diferencia para las personas”, señala Lisa Walke, jefa de la División de Medicina Geriátrica del Hospital de la Universidad de Pensilvania. A los cuidadores, que ya tienen tantas responsabilidades, la ropa adaptable les brinda una sensación de facilidad, comodidad y confort, explica Walke.
El estigma que rodea a la ropa modificada también ha disminuido desde que marcas conocidas, como Tommy Hilfiger y Target, ofrecen cada vez más ropa adaptable. “[En el pasado], la ropa adaptable caía en una de dos categorías: ropa de hospital o ropa completamente personalizada y muy costosa. Ahora estamos dejando eso atrás, con opciones que las personas se entusiasman por llevar puestas”, dice Allison M. Kabel, profesora adjunta de Ciencias de la Salud en la Universidad de Towson en Maryland, cuyas investigaciones han explorado los factores que moldean el sentido de dignidad de las personas. Kabel también ha visto un beneficio económico en las marcas convencionales que ofrecen artículos que ayudan a las personas con problemas para vestirse. “Estas empresas [más grandes] suelen ofrecer productos de diseño inclusivo a un precio más bajo porque la economía de escala reduce sus costos de fabricación”, explica Kabel.
Además de fomentar la dignidad, ofrecer ropa a los adultos con capacidades diferentes también es un negocio inteligente si se tiene en cuenta que solo en las comunidades residenciales de cuidados en el país, entre el 46 y el 62% de los residentes necesitan ayuda para vestirse, según el informe del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) publicado en diciembre del 2022.
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