Vida Sana
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Heather Garner no puede siquiera imaginarse cómo sería su vida si fuera estudiante a tiempo completo. Como cuidadora a tiempo completo de su esposo, la vida de Garner se torna lo suficientemente difícil unas pocas semanas al año cuando debe viajar por el estado de Nueva York a fin de tomar una serie de clases de educación continua para poder seguir desempeñándose como asesora certificada y, de alguna manera, seguir cuidando a su esposo, Mike.
Mike estuvo a punto de morir hace cuatro años cuando se enfermó de pancreatitis y permaneció en coma durante semanas. A los 45 años, no tiene bazo y enfrenta problemas potencialmente mortales a diario. Su deuda por gastos médicos supera los $500,000. Heather, de 43 años, se dedica a cuidarlo a tiempo completo a la vez que trabaja a tiempo completo como asesora, y debe tomar clases de educación continua para mantener su licencia de asesora. Como no pueden pagar por un cuidador, se lleva a su esposo en estos viajes de capacitación obligatoria. Mike puede pasar horas en el automóvil mientras Heather está en clase, con la esperanza de que no surja ninguna emergencia médica durante ese período.
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"Si solo hubiera exenciones para personas como yo", dice Heather. Si se pudieran modificar los requisitos de su licencia para poder tomar las clases cada dos años, por ejemplo, les haría la vida más fácil, afirma.
El complejo mundo de los cuidadores estudiantes
Bienvenido al muchas veces incómodo, impredecible y, para la mayoría de nosotros, inimaginable mundo del cuidado familiar por parte de estudiantes. Alrededor de 5 millones de adultos estudiantes que asisten a universidades o instituciones académicas técnicas también son cuidadores de adultos, generalmente de sus padres o abuelos, y aunque la mayoría de estos cuidadores estudiantes necesitan recursos y flexibilidad, solo una fracción de ellos los recibe, según un estudio sin precedentes de AARP del 2020 sobre el cuidado familiar por parte de estudiantes (en inglés), en el cual participaron 400 adultos y se finalizó en junio. Estos cuidadores estudiantes, muchos de los cuales también trabajan al menos a tiempo parcial, deben lograr un equilibrio entre las complejidades de las exigencias académicas significativas, los requisitos laborares y las tareas de cuidado impredecibles.
"La mayoría de las universidades ni siquiera consideran que los estudiantes tengan responsabilidades de cuidado", dice Dana Burr Bradley, decana de la Facultad de Estudios del Envejecimiento Erickson de University of Maryland Baltimore County (UMBC). "Ni siquiera se lo han planteado".
Un cambio de mentalidad es esencial, según el informe, porque el bienestar de millones de cuidadores estudiantes adultos —y el de sus seres queridos— está en riesgo.
Tensión emocional y plazos incumplidos
Las cifras son alarmantes.
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