Vida Sana
Más de un millón de trabajadores de hogares de ancianos en Estados Unidos y más de 350,000 residentes no han recibido la primera dosis de refuerzo contra la COVID-19, según un nuevo análisis de datos federales realizado por AARP (enlace en inglés), a pesar de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron el año pasado que esta población se administrara las vacunas adicionales. El análisis también muestra que ha comenzado otra ola de infecciones en los hogares de ancianos de Estados Unidos, aun cuando los centros informaron recientemente su menor número de muertes por COVID-19 para cualquier período de cuatro semanas registrado.
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La cantidad de personas que se vacunaron con el refuerzo, aunque continúa aumentando, “no está donde debería estar”, dice Ari Houser, coautor del nuevo análisis de AARP, “en particular en algunos estados”. A nivel nacional, el 54% de la fuerza laboral de los hogares de ancianos no habían recibido una primera dosis de refuerzo al 17 de abril (un 11% de este grupo —o alrededor de 220,000 trabajadores— tampoco están completamente vacunados), a pesar de que los CDC recomendaron una dosis de refuerzo el pasado mes de noviembre. En Alabama, Florida, Indiana, Kentucky, Luisiana, Misuri, Misisipi, Oklahoma y Tennessee, menos del 30% de los trabajadores de hogares de ancianos habían recibido uno.
Las tasas de dosis de refuerzo entre los residentes de hogares de ancianos fueron más altas; el 70% de los residentes en todo el país habían recibido una dosis inicial de refuerzo al 17 de abril. Sin embargo, este índice es preocupante, ya que se recomendó que los residentes recibieran las vacunas de refuerzo en septiembre y recientemente se sugirió que recibieran una segunda vacuna de refuerzo, después de que los estudios demostraron que la eficacia de las vacunas disminuye después de cuatro meses.
Las segundas dosis de refuerzo son “especialmente importantes” para las personas mayores de 65 años y para las personas mayores de 50 años con problemas crónicos de salud, dijo la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, en abril. Ambos sectores demográficos están muy representados en la población de los hogares de ancianos. Sin embargo, según el análisis, en Arizona, Florida y Nevada las tasas de refuerzo de los residentes siguen siendo solo de alrededor del 55%. No hay datos disponibles actualmente sobre las segundas dosis de refuerzo.
Los casos semanales de COVID-19 entre el personal y los residentes aumentaron durante el período de cuatro semanas analizado por AARP. Además, los informes de los CDC (enlace en inglés), que en el momento en que se redactó el artículo recopilaron dos semanas de datos más actuales que el análisis de AARP, muestran un incremento continuo, con un aumento de casos de otras dos terceras partes entre la semana que terminó el 17 de abril y la que terminó el 1.º de mayo. Es probable que el aumento real sea aún mayor, ya que los números de los CDC a menudo incrementan durante varias semanas a medida que los centros envían más datos.
“Este aumento constante de casos es una señal clara de otra ola”, dice Houser, de AARP.
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