Vida Sana
Los estudios demuestran que los cuidadores familiares pasan mucho tiempo brindando atención a familiares, vecinos y amigos: un promedio de 24 horas de cuidados a la semana. Para algunos, es un trabajo a tiempo completo. Aunque puede ser realmente una labor de amor, la verdad es que los cuidadores familiares a menudo se sienten invisibles, solos y poco apreciados. Sin embargo, tú puedes marcar una verdadera diferencia para tus familiares, amigos y compañeros de trabajo que cuidan de otros. Muéstrales tu aprecio en el Día Nacional de los Cuidadores, que este año se celebra el 16 de febrero; diles que reconoces sus esfuerzos y que los celebras y valoras.
He sido cuidadora familiar durante toda mi vida adulta para varios seres queridos y te aseguro que incluso el gesto más pequeño significa mucho. Puede ser difícil saber lo que los cuidadores quieren y necesitan, simplemente porque están demasiado abrumados para poder decírtelo. Por eso, facilitamos el proceso para ti: aquí hay algunas maneras claras de demostrar tu apoyo y aprecio a un cuidador familiar.
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1. Simplemente dile “gracias” a un cuidador y expresa lo bien que se están desempeñando
Sé específico. Dales las gracias por sus esfuerzos diarios, no solo por las cosas especialmente difíciles. Felicítalos por un trabajo bien hecho, ya sea una buena comida o un gran trabajo al manejar una crisis. Señala las muchas maneras en las que están marcando una verdadera diferencia en la vida de sus seres queridos. Celebra las victorias, pequeñas y grandes. Diles que ves sus habilidades y resiliencia incluso en las circunstancias más difíciles y que aprecias todo lo que hacen.
Cómo hacerlo:
- Envíales una tarjetas por correo. Hoy en día no recibimos con frecuencia “correspondencia agradable”, así que es una sorpresa especial cuando la recibimos. Asegúrate de darles las gracias por todo lo que hacen por sus seres queridos. Cuando cuidaba de mis padres y de mi hermana, mi mejor amiga me envió una tarjeta que decía: “¡Para ella, quien nunca se rinde!”. La colgué en la casa, y con frecuencia me levantaba el ánimo y me animaba a seguir adelante (todavía lo hace). Me dio confianza.
- Envía algo comestible, como un ramo de frutas, galletas o una membresía al club de vino del mes. A mi tía le encanta el budín de pan, así que encontré una tienda que lo envía por correo. Mi hermana me sorprendió una vez con un paquete de fresas cubiertas de chocolate cuando cuidaba de mis padres. Su nota adjunta decía: “Gracias por todo lo que haces por mamá y papá”. Significó el mundo para mí y todavía lo hace cada vez que pienso en eso, aunque mis padres y mi hermana ya han fallecido.
- Llévales flores frescas u ordénalas en un servicio de entrega. Las flores frescas aportan alegría y belleza a nuestra existencia y nos hacen sentir especiales.
- Escríbeles una carta. Diles que son increíbles y explícales lo importantes que son y cuánto los admiras.
- Nomínalos para un premio. Averigua si una organización local, estatal o nacional otorga premios para reconocer a los cuidadores destacados o a las personas que marcan una diferencia en sus comunidades. Si no puedes encontrar una, crea un premio para ellos tú mismo ¡y prepara un certificado!
2. Pasa tiempo con un cuidador
Toma tiempo de tu vida ocupada para estar con ellos. Melanie Mitchell, quien cuidaba de su madre, lo expresó tan bien: “Siéntate conmigo. No me digas que estoy haciendo un buen trabajo. Pasa tiempo conmigo”.