Vida Sana
Introducción
¿Quién durante la infancia o en algún otro momento de sus vidas no probó un “remedio de la abuela” para aliviar un malestar? Lo que muchos no saben a ciencia cierta qué tan válidas son esas creencias populares que pasan de generación en generación. Hablamos con el Dr. Luis Andux que, desde Miami, nos da algunas de esas recetas caseras que los científicos han puesto a prueba.
Sopa de pollo para el resfriado
Tomar sopa de pollo ayuda a combatir los síntomas del resfriado. Según un estudio del Mount Sinai Medical Center, en Miami Beach, cuando inhalamos el vapor del caldo se aflojan las secreciones y esto facilita drenar las fosas nasales. Por otro lado, el caldo caliente podría aliviar el ardor de garganta. Además, “el pollo, los vegetalitos, nos nutren, nos reconfortan”, explica Andux.
Miel para la tos
La miel tiene un efecto antioxidante y antimicrobiano bien establecido, que “ya nadie pone en duda”, dice el experto. Sobre la tos, en particular, la hipótesis sugiere que puede aliviar membranas irritadas en la garganta y tener un efecto suavizante sobre la faringe y la laringe, y por ello la calmaría. Un estudio de Pennsylvania State University arrojó evidencia a favor de la miel como una alternativa segura a los medicamentos con dextrometorfano (DM) para pacientes de un año de edad en adelante que no sean alérgicos a la misma. Se recomienda que los niños menos de 6 años de edad no tomen medicamentos para el catarro que se compran sin receta.
Zanahoria para la vista
La zanahoria sí puede proteger la vista por ser una fuente abundante de carotenoides. Esos pigmentos son los que le dan el tono anaranjado a las zanahorias y según investigadores de Harvard University podrían ayudar a prevenir la pérdida de visión causada por la degeneración macular. Dicho trastorno es una de las principales causas de ceguera en las personas mayores. Añade el jugo de zanahoria a tu dieta y protege tu vista.
Azúcar contra el hipo
Una cucharada de azúcar granulada podría quitar el hipo y esto se comprobó cuando la mayoría de los pacientes que participaron en un estudio experimentaron alivio. De acuerdo con esa investigación publicada en The New England Journal of Medicine, el azúcar probablemente regula los impulsos nerviosos, evitando que los músculos en el diafragma se contraigan espasmódicamente.
Pimienta para el dolor
La pimienta de cayena puede actuar como un calmante natural. Aparentemente el intenso ardor que produce el picante provoca que el cerebro secrete endorfinas, y esto a su vez hace que el dolor se alivie o mejore considerablemente, comenta Andux. Además, según un informe de la University of Maryland, un componente de la cayena, la capsaicina, es eficaz para tratar el dolor de las articulaciones en personas con artritis.