Vida Sana
Un resumen de los problemas de salud que atormentan a las mujeres, que son muy humanos y te pueden hacer sentir un poco incómoda. Y para ser justos, también tenemos una versión para los hombres.
1. Si los zapatos te aprietan, vete de compras
Luego de servirte de manera fiel por años, tus tacones indispensables ahora aprietan tus dedos.
¿La razón? Los pies se te pueden aplanar y ensanchar a medida que envejeces o si aumentaste de peso, dice Georgeanne Botek, directora de podología en la Cleveland Clinic. Si eres como muchas mujeres, quizás los pies ya se te alargaron durante tu primer embarazo. Ahora se te están ensanchando. Los juanetes y los callos también pueden cambiar el tamaño y la forma de los pies, y además causar dolor. Prueba con esto...
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Empieza de nuevo. Haz que te midan los pies para determinar la talla y escoge zapatos nuevos que ofrezcan soporte, almohadillas y espacio para dedos sensibles.
Usa plantillas. Si unos zapatos resistentes no te alivian el dolor de los pies, tal vez necesites plantillas para realinear los pies. Un podólogo puede medirte los pies para hacerte unas plantillas a la medida, pero incluso las que están disponibles en las tiendas pueden ayudarte.
Actúa de inmediato si... los pies de repente se te ven muy distintos. Si uno de ellos está inflamado o enrojecido, podría ser señal de una fractura por sobrecarga o problemas de circulación.
2. Cuando se vuelve incómodo tener relaciones sexuales
Mantener relaciones sexuales ha pasado de ser apasionante a ser doloroso.
¿La razón? La disminución en los niveles de estrógeno. Esta hormona es necesaria para la excitación sexual, la lubricación vaginal y la elasticidad, por lo cual después de la menopausia muchas mujeres sienten dolor al tener relaciones sexuales, dice la ginecóloga Lauren Streicher, autora de Sex Rx: Hormones, Health, and Your Best Sex Ever. Prueba con esto...
Usa un lubricante. Si te hace falta lubricación, usa un lubricante de silicona.
Busca una solución local. Una dosis baja de estrógeno —aplicada en la pared vaginal por medio de una crema, un anillo o un óvulo vaginal— restaura los tejidos sin los riesgos de una terapia de reemplazo hormonal por vía sistémica.
Explora este medicamento. Habla con el médico sobre Osphena, un medicamento oral no hormonal que actúa sobre los receptores de estrógeno en la vagina.
Usa un láser. MonaLisa Touch es un tratamiento con láser de dióxido de carbono que rejuvenece el tejido vaginal. Es costoso, hasta $3,000 por tres tratamientos, y puede requerir un retoque anual.
Actúa de inmediato si... tienes una hemorragia poco común. Podría significar un cáncer de ovario o de cuello uterino.
3. ¡Sorpresa! Alguien abrió el grifo
De buenas a primeras, a veces sientes que necesitas orinar con urgencia.
¿La razón? Una vejiga hiperactiva, que afecta a casi un 40% de las mujeres en algún momento de la vida. Esto sucede porque los músculos de la vejiga empiezan a contraerse mientras la vejiga todavía se está llenando, dice el Dr. Tomas L. Griebling, profesor de urología de la University of Kansas School of Medicine.
¡Levántate y anda! Ve al baño cada dos a cuatro horas para evitar que se te llene demasiado la vejiga.
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