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Las 6 cosas que los médicos deberían decirles a las mujeres que cumplen 50

El envejecimiento empieza a alcanzarte cuando eres quincuagenaria. Aquí presentamos algunos cambios trascendentales que debes esperar y lo que puedes hacer para abordar cada uno.


spinner image Reloj de arena y en un fondo rosa dice el número 50
Getty Images

Con el correr del tiempo, uno adquiere sabiduría, empatía y experiencia. A partir de los 50 años, muchas mujeres agradecen cada día que transcurre, sienten más seguridad en sus decisiones y se consideran más capaces de elegir con acierto cómo pasar el tiempo.

Pero a los 50 también es cuando la edad empieza a sentirse y a perjudicar la salud física, dicen los expertos, lo cual genera alteraciones que pueden ser inesperadas.

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En el caso de las mujeres, los niveles hormonales fluctuantes que aparecen con la menopausia exacerban los efectos del envejecimiento en el cuerpo, dice la Dra. Kathryn Rexrode, jefa de la División de Salud de la Mujer del Brigham and Women’s Hospital y profesora de Medicina de la Facultad de Medicina de Harvard.

La menopausia se produce oficialmente un año después de que la mujer tuvo su último período menstrual; en Estados Unidos, la edad promedio de la menopausia es a los 51 años.

Rexrode explica que, para las mujeres, los 50 son un punto de inflexión cuando la edad biológica las alcanza, y dice que muchas le preguntan: “¿Qué le está pasando a mi cuerpo? Antes actuaba de una manera y ahora es diferente”.

La buena noticia es que hay soluciones efectivas que pueden adoptarse para responder a estas alteraciones. “Sí, tenemos que aceptar ciertos cambios en el cuerpo, pero hay mucho que podemos hacer para mantenerlo sano y activo a medida que envejecemos”, agrega Rexrode.  

Hablamos con ella y con otros expertos para averiguar cuáles son los cambios y lo que debes saber para envejecer con gracia.

1.  La zona abdominal podría agrandarse

Si siempre has tenido una cintura de avispa, entrar en los 50 puede traerte una sorpresa desagradable. Aunque comas los mismos alimentos y hagas los ejercicios de siempre, tu cintura definida podría empezar a desaparecer.

El estrógeno le indica al cuerpo que acumule grasa en los senos, los glúteos y los muslos en preparación para el embarazo. Después de la menopausia, cuando los niveles de estrógeno caen en picada, “las mujeres pueden notar un cambio en la distribución de la grasa: más en el abdomen que en las caderas”, explica Rexrode.

Los estudios demuestran que entre los 50 y 60 años, las mujeres aumentan un promedio de 1.5 libras por año.

Una zona abdominal más grande no solo hace más difícil abrocharte los pantalones. Según revelaron los estudios, la grasa abdominal —conocida como tejido adiposo visceral— también es perjudicial para la salud.

La solución: con solo hacer ejercicios abdominales no vas a quemar la grasa de la barriga. Mejor concéntrate en perder peso en general adoptando hábitos de vida sana. Puedes reducir las calorías diarias con modificaciones simples, como beber menos alcohol o no comer después de las 6 p.m. Luego, busca la manera de aumentar la actividad física. Hasta un pequeño aumento puede generar una diferencia, pero Rexrode recomienda proponerse una hora de ejercicio por día (Lee “Cómo deshacerse de la grasa abdominal después de los 50 años”).

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2.    El alcohol te afectará más

No lo estás imaginando. Con la edad, esa copa de vino o cóctel después de la cena te afectará más que antes.

“La sensibilidad a los efectos secundarios del alcohol se agrava”, señala Rexrode.

El cuerpo metaboliza el alcohol más lentamente a medida que envejecemos. Además, como la masa muscular disminuye con la edad, hay menos tejido muscular para absorber el alcohol. Por otra parte, los medicamentos que tomas también pueden interactuar con el alcohol e intensificar sus efectos.

La solución: prueba un cóctel sin alcohol. Gracias a la variedad cada vez mayor de bebidas no alcohólicas, no necesitas el alcohol para disfrutar de una deliciosa bebida después de la cena. Si decides beber alcohol, sigue las pautas alimentarias de EE.UU., que indican que las mujeres no deben consumir más de una bebida estándar por día. En términos generales, eso significa 12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino o 1.5 onzas de alcohol destilado.

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3.  Las enfermedades cardíacas son un riesgo mayor de lo que crees

Más mujeres del país mueren por enfermedades cardíacas que por cualquier otra causa, pero muchas todavía no lo reconocen como algo que debería preocuparlas, explica la Dra. Martha Gulati, experta en enfermedades cardíacas de la mujer del Smidt Heart Institute del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles.

En una encuesta del 2019 de 1,553 mujeres que apareció en la publicación Circulation, solo el 44% identificó correctamente a las enfermedades cardíacas como causa principal de mortalidad para las mujeres de EE.UU.

“Cuando les preguntamos qué les preocupa más de su salud, dicen ‘cáncer de seno’”, indica Gulati. “De hecho, las mujeres corren un riesgo diez veces más alto de morir de enfermedad cardíaca que de cáncer de seno”. 

El riesgo de la mujer de sufrir una enfermedad cardíaca aumenta en particular después de la menopausia y es cuando comúnmente se le manifiestan por primera vez los factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión arterial o colesterol alto. Incluso aquellas que siempre han tenido presión arterial baja descubren que les aumenta repentinamente después de la menopausia, lo que agrava las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral, dice Gulati.

La solución: pide a tu proveedor de atención médica que evalúe tu riesgo de tener un evento cardiovascular en los próximos 10 años (o hazlo tú misma con esta calculadora, en inglés). Luego dedícate a reducir los riesgos que puedes controlar adoptando mejores hábitos de vida. Gulati aconseja incrementar la actividad física en el día para ver resultados efectivos. En cuanto a la dieta, come más vegetales y evita las grasas saturadas.

4.  Las relaciones sexuales pueden ser incómodas

Después de la menopausia, los niveles hormonales bajos producen adelgazamiento y sequedad de la pared vaginal, lo que da lugar a sensibilidad, coito doloroso y pérdida del deseo sexual, explica la Dra. Karyn Eilber, uroginecóloga del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles.  

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Entre el 17 y el 45% de las mujeres posmenopáusicas dicen que tener relaciones sexuales es doloroso, según estudios ciados por la North American Menopause Society.

Aunque no sea fácil, es importante comunicar esta condición a tu pareja y a tu proveedor de atención médica, aconseja Eilber, porque puede tratarse.

La solución: para algunas mujeres, el truco es usar lubricantes y humectantes sin receta. Si no es así, habla con tu médico sobre las distintas terapias hormonales. La crema de estrógeno vaginal no presenta riesgos para la mayoría de las mujeres, dice Eilber, y “puede reconstruir el revestimiento de la vagina, lo cual contribuye a la lubricación y a mantener la elasticidad”.  

5. Tus patrones de sueño cambian

Si ya pasaste por la menopausia, tal vez sepas cómo los sofocos pueden despertarte de un sueño profundo, totalmente empapada de sudor. Pero incluso después de que los sofocos se aplacan, otros cambios hormonales y el aumento de la temperatura corporal central que ocurre en la mediana edad pueden afectar la calidad y la duración del sueño, comenta Kristin Daley, psicóloga y experta en medicina del sueño, quien dirige el Comité de Práctica Clínica de la Society of Behavioral Sleep Medicine.

spinner image Ilustración de una caricatura de mujer que no puede dormir. Y una nube de pensamientos que muestra confusión de pensamientos
Después de los 50, suele ser más difícil para las mujeres dormir bien durante la noche.
Getty Images

Es posible que te despiertes con más frecuencia a la noche o que notes que tienes un sueño menos descansado. Además, no te recuperas tan fácilmente de una mala noche de descanso o si cambia la hora cuando viajas, señala Daley.

“El tiempo en la cama y el ritmo circadiano se tornan más vulnerables a las influencias negativas”, dice Daley. “Si antes podías dormir con las persianas abiertas, tal vez ya no puedas hacerlo. Nos volvemos sumamente sensibles a la exposición de la luz”.

La solución: las investigaciones indican que aún puedes disfrutar de un sueño reparador a la noche si practicas una buena rutina del sueño. Trata de acostarte y levantarte a aproximadamente la misma hora todos los días. Mantén tu habitación lo más oscura posible. Y baja el termostato entre 65 y 67 grados Fahrenheit durante la noche. Según Daley, hacer ejercicios y exponerte a la luz brillante cada día también son factores importantes. (Lee “7 consejos expertos para un sueño reparador”).

6.  Tus huesos se vuelven más quebradizos

A partir de los 50 años aproximadamente, todos empiezan a perder densidad en los huesos. Sin embargo, para las mujeres, la menopausia acelera significativamente esa pérdida ósea. Según algunos cálculos, las mujeres pierden hasta un 20% de la masa esquelética durante la menopausia.

“La caída de estrógeno tiene un efecto muy directo en los huesos”, señala Rexrode.

Eso pone a las mujeres en mayor riesgo de osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y puede conducir a fracturas.  La osteoporosis afecta a alrededor de una de cada cinco mujeres mayores de 50, pero solo a 1 de cada 20 hombres.

La solución: los ejercicios que requieren sostener peso, como fortalecimiento muscular con pesas, caminar, hacer senderismo, subir escaleras, practicar tenis y bailar pueden ayudar a fortalecer los huesos. “Esos ejercicios cambian las estructuras formativas adentro de los huesos, y les indican que se mantengan fuertes”, dice Rexrode. Al mismo tiempo, asegúrate de consumir suficiente calcio y vitamina D, ya sea con la alimentación o con suplementos. Lo ideal es tomar 1,200 miligramos de calcio y al menos 600 IU de vitamina D por día. (Lee “Fortalece tus huesos a cualquier edad”).

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