Vida Sana
| Es una de las escenas más memorables en la historia del cine. En El Mago de Oz, Dorothy, la niña granjera con coletas, abre la puerta de su casa —que se desplomó y cayó en Oz tras un gran tornado— y va de un mundo de sombríos tonos sepia a uno de un glorioso tecnicolor vibrante. Este legendario pedazo de magia de Hollywood deja algo claro: el color es poderoso.
Los daltónicos no pueden apreciar el arcoíris de tonalidades que muchos de nosotros pasamos por alto. Pero no poder ver todos los colores de la manera correcta va más allá de lo puramente estético. Puede hacer que las tareas diarias sean un reto —desde viajar (digamos, al diferenciar los colores del semáforo o leer el mapa del subterráneo) hasta comer (poder identificar si la banana que estás a punto de pelar está madura) y vestirse (combinar los colores puede ser una pesadilla)—.
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A menudo el daltonismo se malinterpreta. Una idea equivocada es que los daltónicos viven en un mundo que carece de color. "De hecho, la gran mayoría de las personas que padecen daltonismo pueden ver colores, pero ciertos colores —particularmente el rojo y el verde— se ven desgastados y turbios", dice la oftalmóloga Jane Edmond, directora del Mitchel & Shannon Wong Eye Institute y profesora en el Departamento de Oftalmología de la Facultad de Medicina Dell en University of Texas en Austin. "Esto puede hacer que distinguir entre ciertos colores sea difícil".
De hecho, dice Edmond, una forma más precisa de describir el trastorno es como "deficiencia de color".
El daltonismo puede variar de leve (algunas personas solo tienen dificultad al diferenciar colores si no hay mucha luz, por ejemplo) a más severo, pero el grado de severidad no cambia y usualmente no afecta la agudeza de la visión. La forma más común del trastorno es tener problemas para ver la diferencia entre los colores rojo y verde (o daltonismo de rojo y verde). Ambos colores pueden verse de un tono turbio marrón verdoso, el cual puede causar confusión. "Uno de mis pacientes, que tiene deficiencia de color rojo y verde, recogía fresas silvestres cuando era pequeño", dice Edmond. "Siempre regresaba con una canasta de hojas, porque se le hacía difícil distinguir entre rojo y verde".
La incapacidad de distinguir entre azul y amarillo es mucho menos común. Ser completamente daltónico (ver cosas en negro, blanco o tonos grises) es una forma grave del trastorno, llamada acromatopsia. Es extremadamente inusual y va acompañada de una visión generalmente mala.
Cómo sucede
La retina está cubierta de dos tipos de fotorreceptores, llamados barras y conos, que son sensibles a la luz. Las barras detectan la luz y la oscuridad. Los conos son responsables de la visión a color. Hay tres tipos de conos: uno percibe longitudes de onda larga (rojas), otro percibe longitudes de onda mediana (verdes) y el otro, longitudes de onda corta (azules). Juntos, estos conos nos permiten ver todo el espectro de colores. Si solo uno de los tipos de conos es defectuoso, el ojo puede tener problemas para ver ciertas tonalidades. Las razones de eso incluyen:
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