Vida Sana
| Once días después de hacerse una prueba de coronavirus, Megan Bishop, de Washington D.C., todavía estaba esperando el resultado. El sitio de pruebas público le respondió en un mensaje electrónico que el resultado aún no estaba listo y que anticipara demoras debido a la creciente demanda.
“Si podemos crear una prueba que todos puedan hacer al levantarse con la misma naturalidad con que se ponen los lentes de contacto y, si el resultado es positivo, quedarse en casa… eso frenará la mayor parte de la transmisión y hará desaparecer estos brotes en cuestión de semanas”.
Ocho días después, todavía no tenía respuesta. Finalmente, Bishop se enteró de que la demora se debía a un problema técnico. Recibió el resultado casi un mes después de hacerse la prueba: negativo.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
A pesar de que ha habido mejoras desde que comenzó la pandemia, personas de todo el país han relatado experiencias similares con el procesamiento de la prueba: recibieron el resultado del laboratorio mucho después del período de aislamiento de diez días que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan para los casos positivos. Además, según el epidemiólogo Michael Mina, este sistema no es de mucha utilidad cuando se trata de frenar la propagación del nuevo virus, que hasta ahora ha infectado a más de 5 millones de personas en el país.
El motivo principal es que los científicos consideran que las personas infectadas con el coronavirus (SARS-CoV-2) son más contagiosas desde unos días antes hasta unos días después de aparecer los síntomas de COVID-19. Esto significa que para cuando alguien se hace una prueba y recibe el resultado, la información ya no es tan útil. Para ese momento, la infección puede haber terminado y ya podría haber contagiado a otras personas, por lo cual sería demasiado tarde para que sea útil el rastreo de contactos, es decir, el proceso de identificar y advertir a quienes podrían haber estado expuestos a una persona infectada.
(Video en inglés)
“Estamos haciendo el rastreo de contactos de millones de personas que no lo necesitan porque en realidad tuvieron la infección hace semanas. También estamos poniendo en cuarentena durante 10 a 14 días a millones de personas que, para cuando reciben el resultado, ya hace semanas que no contagian”, explicó en una reciente llamada con periodistas Michael Mina, profesor adjunto en la Facultad de Salud Pública T.H. Chan, de Harvard. “Y esto sin siquiera tener en cuenta el hecho de que hay tanta demora para recibir los resultados”.
En cambio, Mina quiere ver una estrategia de pruebas que no solo diagnostiquen los casos, sino que también ayuden a evitar que ocurran en primer lugar. Sostiene que la manera de lograrlo es con pruebas rápidas, económicas y accesibles que se puedan usar en casa y nos permitan saber con regularidad si existe una infección, sin necesidad de laboratorios ni equipos.
“Si podemos crear una prueba que todos puedan hacer al levantarse con la misma naturalidad con que se ponen los lentes de contacto y, si el resultado es positivo, quedarse en casa… eso frenará la mayor parte de la transmisión y hará desaparecer estos brotes en cuestión de semanas”, explicó Mina, quien ha estado abogando por pruebas de venta libre desde el comienzo del brote en Estados Unidos.
“Las personas pueden proceder según el caso porque obtienen el resultado de inmediato”.
También te puede interesar