Vida Sana
| En las últimas semanas, y a medida que los casos de coronavirus continúan propagándose en muchas partes del país, los expertos en salud han enfatizado aún más la importancia de que el público use mascarillas. Y esto tiene que ver en gran medida con lo que los investigadores han descubierto sobre la eficacia de los recubrimientos faciales.
Un creciente número de estudios señalan que la mascarilla es una poderosa herramienta que puede ayudar a controlar la propagación del coronavirus, el cual ha infectado, hasta la fecha, a más de 3 millones de personas en el país. Estas son cinco razones, basadas en las investigaciones más recientes, por las que debes usar una mascarilla.
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1. Las mascarillas protegen a otras personas
La principal manera en que el coronavirus se propaga es de persona a persona mediante gotitas respiratorias que se producen cuando la persona infectada tose, estornuda o habla. Las mascarillas, sin embargo, pueden bloquear esas gotitas. Actúan como una barrera para evitar que las partículas que contienen el virus se escapen de una persona infectada y caigan sobre otra persona, explica el Dr. Ron Waldman, profesor de salud global en la Facultad de Salud Pública Miken Institute de George Washington University (GWU).
Una nueva simulación creada por investigadores en Florida Atlantic University demuestra cuán eficaces son los recubrimientos faciales a la hora de reducir el número de gotitas que se dispersan en el aire y la distancia que estas pueden recorrer. Sin una mascarilla, las gotitas se desplazaron más de 8 pies. Una bandana cortó esa distancia a 3 pies y 7 pulgadas, y un pañuelo de algodón doblado por la mitad redujo la distancia aún más, hasta 1 pie y 3 pulgadas, indican los investigadores.
"Está demostrado: es un hecho indiscutible que incluso un recubrimiento facial de tela reduce de manera sustancial la cantidad de virus que una persona propaga", dice Waldman.
2. Puede que no te des cuenta de que eres contagioso
Las mascarillas solían recomendarse solo para personas que sabían que tenían COVID-19 con el fin de proteger a otros a su alrededor. Sin embargo, cuando se hizo evidente que el virus puede ser transmitido por personas antes de que empiecen a presentar síntomas (presintomáticas) y por personas que nunca desarrollaron los síntomas (asintomáticas), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ampliaron sus recomendaciones, instando a todo el mundo a usar mascarillas de tela en público.
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