Vida Sana
Cómo obtener mejores resultados con un segundo medicamento recetado
Si estás tomando una estatina como te la recetaron para reducir tu colesterol malo, haces muy bien. Pero también deberías saber que las estatinas ya no son tu única opción de medicamento recetado. Los más nuevos inhibidores de PCSK9, diseñados para actuar solos o junto a las estatinas, bajan todavía más el colesterol LDL, y no es necesario administrarlos todos los días. También parece que tienen muy pocos efectos secundarios, una razón por la que los cardiólogos con quienes hablamos dijeron que son “fascinantes” y “revolucionarios” para su campo.
¿Cuánto más beneficio aportan por su costo? Cuando se usan en combinación con las estatinas, pueden reducir el colesterol hasta un 70%, comparado con la disminución de entre el 50 y el 60% que proporcionan las estatinas solas.
Estos medicamentos —alirocumab (Praluent), evolocumab (Repatha) e inclisirán (Leqvio)— también pueden ser una buena opción por sí solos si eres uno de entre el 5 y el 10% de los pacientes que no pueden tolerar las estatinas.
Estos fármacos pueden hacer lo siguiente:
• Repatha y Praluent. Estos medicamentos fueron aprobados para su uso en el 2015 y son los medicamentos sin estatinas más potentes en el mercado, dice Lloyd-Jones. Los estudios han demostrado que pueden reducir el riesgo de episodios cardíacos graves, como ataque al corazón y derrame cerebral, en un 15% comparado con un placebo. Se recomiendan para personas con colesterol LDL alto que no pueden controlarlo con estatinas, o para quienes tienen un trastorno genético llamado hipercolesterolemia familiar, que puede causar niveles de colesterol peligrosamente altos. Son novedosos anticuerpos monoclonales, o proteínas fabricadas en laboratorios, que actúan sobre una proteína en el hígado que puede impedir que el cuerpo elimine el exceso de colesterol LDL y la desactivan. Una ventaja adicional es que ambos medicamentos, conocidos como inhibidores de PCSK9, pueden autoinyectarse con facilidad una o dos veces al mes. La complicación es que pueden ser costosos.
• Leqvio. Este medicamento, aprobado por el Gobierno federal en Estados Unidos en diciembre del 2021, bloquea completamente la producción de PCSK9 (la problemática proteína del hígado que aumenta el colesterol). “Es una posible revolución en el control del colesterol” porque después de dos dosis iniciales, se puede administrar cada seis meses en el consultorio de tu médico, dice Lloyd-Jones. Además, su eficacia es comparable a la de otros medicamentos.
• Nexletol. Es un medicamento de administración oral, diferente de las estatinas, que se toma una vez al día para reducir el colesterol LDL. Técnicamente no es un inhibidor de PCSK9, pero actúa en forma parecida al limitar la producción de colesterol en el hígado. No es tan eficaz como los medicamentos inyectables anteriores; cuando se combina con Zetia, otro medicamento sin estatinas, redujo el colesterol en un 36%. Sin embargo, los pacientes lo toleran bien y tiene mínimos efectos secundarios, tales como dolores musculares. Un nuevo estudio (en inglés) publicado en la revista The New England Journal of Medicine en marzo del 2023 determinó que el tratamiento con Nexletol se asoció con un menor riesgo de sufrir episodios cardíacos graves.
| Sabemos que no es bueno tener el colesterol alto. Pero en un estudio del 2019 (en inglés) publicado en la revista Journal of the American Heart Association se subrayó lo peligroso que puede ser. Científicos que siguieron de cerca a 3,875 adultos durante 35 años descubrieron que quienes estuvieron expuestos por mucho tiempo a niveles altos de colesterol LDL —a menudo llamado colesterol “malo”— fueron cinco veces más propensos a padecer enfermedades cardiovasculares y cuatro veces más propensos a morir que personas con niveles óptimos de colesterol LDL.
Si bien la mejor manera de reducir el colesterol LDL —que obstruye las arterias y es una causa significativa de ataques al corazón y derrames cerebrales— es por medio de dieta y ejercicio, las estatinas son la segunda línea de defensa aceptada. Y con razón, según el Dr. Nihar Desai, profesor adjunto de Medicina en la Facultad de Medicina de Yale en New Haven, Connecticut. “Los datos que apoyan su uso son abrumadores”, dice. “Son muy eficaces para reducir el riesgo de enfermedades del corazón y episodios cardíacos como un ataque al corazón”.
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Sin embargo, según un estudio del 2020 en JAMA Network Open, solo alrededor del 60% de las personas con enfermedad coronaria y enfermedad arterial periférica, o que han tenido un derrame cerebral, reciben la terapia con estatinas recomendada. Además, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, solo un poco más de la mitad (o 47 millones) de los adultos que podrían beneficiarse de medicamentos para el colesterol los están tomando en estos momentos.
Algunas de las dudas surgen de las preocupaciones sobre los posibles efectos secundarios, que muchos médicos dicen que han sido exagerados. Lo que sigue es un análisis más detallado de las inquietudes comunes relacionadas con estatinas como atorvastatina (Lipitor), pravastatina (Pravachol), rosuvastatina (Crestor) y simvastatina (Zocor). También verás cuándo debes preocuparte y cuándo no.
INQUIETUD: las estatinas pueden tener muchos efectos secundarios, entre ellos dolor muscular, problemas digestivos y daño al hígado.
REALIDAD: los médicos con frecuencia les dicen a los pacientes que toman estatinas que se fijen si tienen problemas musculares y les avisen. Un 5% de los pacientes tienen estos problemas. Pero estar consciente de la posibilidad de este síntoma y otros, tales como problemas digestivos, tiene sus propios efectos, según el Dr. Roger S. Blumenthal, profesor de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins y director del Johns Hopkins Ciccarone Center for the Prevention of Cardiovascular Disease en Baltimore. Blumenthal explica que lo que podría estar sucediendo es una especie de giro del efecto placebo, conocido como efecto nocebo.
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