Vida Sana
Por primera vez en la historia, los médicos que tratan a personas con Alzheimer tienen acceso a dos medicamentos que podrían ser capaces de frenar modestamente la progresión de la enfermedad, al menos en algunos pacientes.
Los dos medicamentos —Leqembi (lecanemab) y Kisunla (donanemab)— son "transformativos", dice el Dr. Paul E. Schulz, profesor de Neurología y director del Neurocognitive Disorders Center en la Facultad de Medicina McGovern en UTHealth Houston. "Nos dan la primera pista de que estamos en el camino correcto, lo que nos da mucha esperanza de que podemos seguir ajustando detalles y mejorar los efectos".
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Algún día, los medicamentos, o su próxima generación, podrían prevenir completamente el deterioro cognitivo en personas cuyos cerebros muestran signos de enfermedad, pero que aún no tienen síntomas, predice el Dr. Andrew Budson, jefe de Neurología Cognitiva Conductual en el VA de Boston y profesor de Neurología en la Universidad de Boston. "Estos fármacos son un avance absoluto para los pacientes actuales, pero aún más para los pacientes del futuro", dice.
Sin embargo, a pesar del optimismo y el potencial, hay consideraciones serias cuando se trata de estos medicamentos. Pueden producirse efectos secundarios y pueden ser graves, incluso mortales. Además, los medicamentos son costosos, con precios de lista superiores a $25,000 al año.
No es de extrañar entonces que las personas que recién han sido diagnosticadas con Alzheimer puedan tener preguntas. A aquellos con ciertos factores de riesgo se les recomienda hablar con su médico. Pero ¿la mayoría de los médicos tienen respuestas?
"En mi experiencia, la mayoría de los neurólogos no han tenido la oportunidad de aprender sobre esta área de tratamiento", dice Schulz, uno de los investigadores que estudió Kisunla en ensayos clínicos. “Todos estamos pasando por la curva de aprendizaje”.
AARP entrevistó a seis especialistas líderes en la enfermedad de Alzheimer para obtener respuestas a 15 preguntas sobre los nuevos medicamentos para la enfermedad.
1. ¿Cómo funcionan estos dos medicamentos?
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, un mal que aflige a unos 6.9 millones de personas en el país mayores de 65 años, según datos del 2020 de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades. La enfermedad se caracteriza por una pérdida de memoria progresiva, cambios de personalidad y en sus etapas finales, no poder llevar a cabo tareas de rutina diarias como bañarse, vestirse o pagar cuentas.
Leqembi y Kisunla son anticuerpos que se adhieren a la proteína amiloide en las placas de Alzheimer. Esas placas se forman a partir de proteínas que ocurren naturalmente y se acumulan en el cerebro, causando problemas. La mayoría de los anticuerpos del organismo son producidos por nuestro sistema inmunitario para combatir las infecciones de virus o bacterias, pero estos dos se producen en un laboratorio. Cuando el anticuerpo se adhiere a la molécula de amiloide, se alerta al sistema inmunitario del cuerpo para que la destruya, eliminándola del cerebro y potencialmente ralentizando la enfermedad.
2. ¿Cómo se diferencian estos fármacos de los medicamentos existentes para el Alzheimer?
Otros medicamentos contra el Alzheimer ayudan a aliviar los síntomas de la enfermedad, como la pérdida de memoria y la confusión, alterando las sustancias químicas del cerebro. Son pastillas. Estos dos nuevos medicamentos se administran por infusión intravenosa.
3. ¿En qué se diferencian el uno del otro?
Leqembi se adhiere a pequeñas moléculas de amiloide llamadas "protofibrillas de amiloide". Kisunla se adhiere a las placas amiloides en sí mismas. "No está claro si estos diferentes objetivos de fijación son críticos", dice Budson. Leqembi se administra cada dos semanas durante 18 meses, luego cada 4 semanas, dice Budson, agregando, "No hay una guía clara sobre cuándo parar de recibir el medicamento, o si se debe dejar de tomar". Kisunla se administra cada cuatro semanas hasta que se elimine el amiloide, según lo medido por un escaneo cerebral. Si una tomografía por emisión de positrones (PET) muestra niveles mínimos de amiloide, se detiene el tratamiento.
4. ¿Cuáles son los efectos secundarios? ¿Son graves?
Las reacciones a los medicamentos pueden asemejarse a síntomas similares a la gripe, como escalofríos, dificultad para respirar y erupciones cutáneas, generalmente leves y tratables con acetaminofén y antihistamínicos de venta libre, como Benadryl, dice el Dr. Jason Karlawish, profesor de Geriatría en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania y codirector del Penn Memory Center. Sin embargo, lo que es más preocupante es cuando ocurren anomalías de imagen relacionadas con el amiloide, conocidas como ARIA, que pueden incluir hinchazón cerebral o sangrado o ambos. "Las ARIA pueden ser leves, moderadas o graves", dice Budson. "Cuando son graves, pueden ser un problema serio y poner en peligro la vida".
Mientras que los pacientes que tomaban Kisunla experimentaron más ARIA que aquellos con Leqembi, los investigadores señalan que los dos medicamentos no se compararon entre sí en los estudios. Además, "los pacientes que tomaban donanemab [Kisunla] estaban más avanzados [en la enfermedad] cognitiva y biológicamente, y muchos de nosotros creemos que es por eso que el donanemab tenía más casos de ARIA", dice Schulz.
"Tengo muchos pacientes que toman cada uno de estos medicamentos, y me siento seguro de que estoy ayudando a mis pacientes con ambos medicamentos y no estoy exponiendo a un grupo a mayores riesgos que al otro", agrega Schulz.
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