Vida Sana
La violencia doméstica, que incluye agresión física y agresión psicológica, es un serio problema de salud pública en Estados Unidos. Según una encuesta realizada por los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades (CDC) cada año, más de 10 millones de hombres y mujeres sufren algún tipo de agresión física por parte de la pareja actual o anterior. Además de esa violencia física, se calcula que una de cada cinco mujeres y uno de cada siete hombres ha sido severamente maltratado físicamente durante su vida.
Desafortunadamente, la ciencia no ha sido tan rápida en reconocer que la violencia doméstica es una importante causa de problemas crónicos de salud que se arrastran por el resto de la vida.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Felizmente, en los últimos años, las investigaciones científicas nos están permitiendo entender los cambios emocionales y de comportamiento permanentes que conducen a las enfermedades crónicas. Es más, recientes estudios demuestran los cambios celulares que se producen cuando una persona es maltratada, y cómo esos cambios biológicos explican las enfermedades crónicas que se producen.
El estudio más esclarecedor sobre la relación entre violencia doméstica y enfermedades crónicas fue publicado en la revista Trauma, Violence & Abuse. En él, la Dra. Kathleen Kendall-Tackett de Texas Tech University School of Medicine pone en orden la secuencia de eventos que le provocan a un ser humano sometido a violencia doméstica desarrollar una enfermedad crónica.
Según su hipótesis, la raíz del problema es que la víctima de violencia doméstica desarrolla depresión, hostilidad y trastornos del sueño. Estos tres eventos relacionados con la salud mental conducen a cambios bioquímicos y moleculares celulares relacionados al fenómeno de inflamación, los que a su vez causan enfermedades crónicas como las enfermedades del corazón y el síndrome metabólico, precursor de la diabetes.
La depresión constituye una de las secuelas más importantes que queda en una persona que sufre violencia doméstica. La condición está asociada a infartos cardiacos, dolores crónicos, envejecimiento prematuro, disminución de la función inmune, problemas de cicatrización e incluso la Enfermedad de Alzheimer. El problema es que los síntomas de la depresión son muchas veces ignorados por las víctimas de abuso doméstico debido a que son atribuidos a “la difícil vida que están llevando”.
También te puede interesar
Suplementos que deberías tomar a los 50, 60 y 70 años
Evita la osteoporosis, las enfermedades cardíacas y el cáncer.
Así lucen los 100 años
Los centenarios reflexionan sobre su longevidad y comparten consejos para vivir una vida muy larga.
El extraordinario mundo de la música
Un relato de misterios y milagros contado en cinco canciones.