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Por qué tienes sueños extraños durante el brote del coronavirus

Las visiones nocturnas vívidas pueden estar relacionadas con el estrés, con nuevos hábitos de sueño o incluso con tu edad.


spinner image Ilustración de una partícula de coronavirus gigante persiguiendo unas personas
GETTY IMAGES

David Salkeld necesita dormir. El enfermero registrado de 54 años trabaja hasta 60 horas a la semana en una sala de emergencias de Carolina del Norte, apodada Campamento COVID por el personal. Pero cuando el exhausto Salkeld se duerme después de un día agotador, a menudo tiene un sueño inquietante: en la casa de su niñez, abre la puerta de un garaje y ve los fantasmas de dos niñas pequeñas. Son sus hijas fallecidas, aunque Salkeld y su esposa no tienen hijas (tienen dos hijos). Cuando las ve, llora. Las ve en color, pero él está en blanco y negro. Intenta tocarlas, pero ellas levantan las manos y le dicen que no puede hacerlo. Finalmente desaparecen. “Entonces lloro más porque no sé si volveré a verlas”, cuenta.

Salkeld atribuye los sueños al estrés laboral. Pero incluso si no estás en la primera línea de la pandemia de COVID-19, puedes tener y recordar sueños angustiantes.

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En una encuesta encargada por Kelly Bulkeley, directora de la base de datos sobre sueños Sleep and Dream Database, casi el 30% de los encuestados dijeron que habían experimentado un aumento en el recuerdo de lo que soñaban. En un sitio de encuestas lanzado por Deidre Barrett, una profesora asistente de Psicología de Harvard University, más de 2,500 encuestados compartieron detalles sobre más de 6,000 sueños durante la pandemia. Un grupo de estudiantes de Teoría Psicoanalítica en Londres está recolectando recapitulaciones de sueños en lockdowndreams.com (en inglés), y dos hermanas del Área de la Bahía están haciendo lo mismo en idreamofcovid.com (en inglés), donde se han publicado cerca de 2,600 descripciones de sueños, no solo de personas en Estados Unidos, sino también de países como Israel, Italia, Pakistán y Brasil.

De modo que sí, estamos soñando más. ¿Pero por qué? ¿Y la edad afecta los sueños?

El manejo del estrés

La causa más obvia de los sueños perturbadores es la ansiedad relacionada con la pandemia. Los seres humanos procesan las experiencias relacionadas con el miedo a través del sueño MOR (movimiento ocular rápido) y de los sueños, y las amenazas invisibles como la COVID-19 pueden hacer que los sueños sean más extraños, explica Patrick McNamara, profesor de Psicología de Northcentral University y autor de The Neuroscience of Sleep and Dreams.

“No sabemos con certeza por qué usamos metáforas e imágenes extrañas, pero el consenso general es que eso pone algunos parámetros en torno a amenazas mal definidas”, dice. En los sueños que Barrett recopila en el sitio de Harvard, los insectos son una metáfora común: la gente reporta sueños que incluyen bandadas de insectos, como cucarachas o saltamontes. Los desastres como los tornados y los terremotos son otro símbolo frecuente. “Simbolizamos la amenaza en nuestros sueños e intentamos trabajar con ella e integrarla a nuestro sistema conceptual”, explica McNamara.

El estrés puede afectar los sueños aunque no te sientas estresado. Lynne Golodner, propietaria y directora creativa de Your People LLC, una empresa de mercadeo y relaciones públicas de los suburbios de Detroit, soñó recientemente que estaba atrapada en Irán y no podía llegar a sus hijos. Los temas de los sueños del coronavirus parecen obvios —falta de control, sentirse atrapado—; sin embargo, Golodner dice que no siente ansiedad. “Me gusta el mandato de quedarnos en casa y la simplicidad que aporta”, dice.

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Pero, al igual que el propio virus, el estrés es una amenaza acechante e indetectable. Experimentamos no solo el estrés individual, sino también el estrés social, y subestimamos los efectos que las malas noticias económicas y los empleados enmascarados de las tiendas tienen en nuestra psiquis.

“El estrés sociocultural está en el aire”, afirma Jade Wu, psicóloga del sueño y presentadora del pódcast Savvy Psychologist. “Es casi contagioso. Así que, aunque no hayamos perdido nuestro trabajo o ningún ser querido haya contraído el coronavirus, seguimos teniendo este nivel elevado de estrés”.

Nuevos patrones de sueño

Una ventaja de la pandemia: algunas personas están durmiendo más. Antes de que se promulgaran las órdenes de permanecer en el hogar en la ciudad de Nueva York, el uso de electricidad residencial normalmente aumentaba alrededor de las 6 de la mañana, alcanzaba su punto máximo a las 7:30 y luego disminuía. Pero según el Earth Institute de Columbia University, cuando las escuelas cerraron y las personas comenzaron a trabajar desde casa, el pico de energía de la mañana fue alrededor de las 9, que es más como un fin de semana.

Más horas de sueño significan más tiempo para soñar. Y el período antes de despertar es cuando experimentamos el sueño MOR más largo y profundo. Cuando una persona se despierta naturalmente, sin que suene la alarma, tiene más episodios de sueño MOR, según los denominan los científicos del sueño.

“Ahí es donde tenemos los sueños más vívidos, en la fase MOR del sueño”, explica McNamara. “Si te despiertas con el despertador dices: ‘OK, tengo que hacer X, Y y Z, y luego tengo que subir al metro’, y estás inmediatamente en tu día. Pero si no tienes obligaciones apremiantes, como en un fin de semana o en un momento como este, tiendes a despertar en un episodio de sueño MOR, por lo que los sueños son más prominentes, y empiezas a recordarlos”.

Cuando no dormimos lo suficiente, el cerebro trata de compensar y el resultado puede ser una pesadilla. “Si la fase MOR del sueño no es suficiente esta noche, entonces mañana por la noche, cuando nos acostemos, el cerebro tratará de compensar la pérdida dándote esa fase más temprano en la noche”, explica Wu. “Y cuando eso sucede, es más probable que tengamos sueños intensos y pesadillas”.

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Los efectos de la edad y los medicamentos

En el estudio realizado por Bulkeley, los encuestados de 18 a 34 años fueron más propensos a decir que habían tenido un sueño relacionado con la pandemia que las personas de 55 años o más. Una posible razón es que las personas mayores tienen sabiduría y experiencias de vida que las equipan mejor para manejar situaciones estresantes. En un análisis de los datos de la encuesta de Ipsos MORI, una empresa de investigación de mercados globales, investigadores del New King's College London determinaron que la respuesta a la pandemia en el Reino Unido puede dividirse en tres categorías: el grupo que la acepta, las personas que siguen las medidas de confinamiento y pierden poco sueño por el coronavirus; el grupo que la sufre, las personas que tienen la mayor probabilidad de sentirse ansiosas y deprimidas; y el grupo que la resiste, las personas que tienen menos probabilidades de seguir las normas de confinamiento. Las personas de entre 55 y 75 años fueron más propensas a estar en el grupo que acepta la situación.

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Los mayores y los jóvenes también sueñan con cosas diferentes, dice McNamara. Con la edad, nuestros sueños son más espirituales y reflexivos. “Hay más temas sobre la entrega de algo a alguna otra persona o a un grupo de personas”, dice. “Y luego, a medida que te acercas a la muerte, hay bastantes sueños de reunirse con los seres queridos. Se los ve saludables y felices y dicen: ‘No tengas miedo, todo va a estar bien. Te reunirás con nosotros’”.

Las etapas del sueño también cambian con la edad. El sueño de ondas lentas, el tipo más profundo de sueño no MOR, tiende a desaparecer. El sueño MOR también disminuye. “En general, diría que la gente sueña un poco menos”, dice Wu. Otros problemas relacionados con la edad que pueden afectar los sueños incluyen el dolor y los medicamentos para dormir. “Casi todos los pacientes de 60 años o más que he visto toman algún tipo de medicación para dormir, ya sea recetada específicamente o como efecto secundario”, explica. Esto incluye productos como ZzzQuil y medicamentos de venta con receta como zolpidem (Ambien), que pueden causar sueños más vívidos.

La lucha contra las pesadillas

Si tienes pesadillas persistentes, una opción es una técnica llamada terapia de ensayo en imaginación (IRT), que consiste en escribir un diario sobre tu sueño y reescribirlo. McNamara da el ejemplo de un monstruo que te persigue en un sueño. Al reescribirlo, determinas que no es un monstruo sino un viejo amigo. Y no está intentando hacerte daño, sino que está tratando de compartir buenas noticias. “Reescribes el guion del sueño para que ya no sea atemorizante”, dice. “Cuando lo haces con regularidad durante un par de semanas, esta práctica tiende a eliminar las pesadillas y los sueños perturbadores. Es una terapia fácil de hacer y es eficaz”.

Otras recomendaciones incluyen:

  • Mantener un horario de sueño regular. “Eso ayudará a estabilizar tu patrón de sueño y reducirá la probabilidad de pesadillas realmente intensas”, dice Wu.

  • Revisar los medicamentos. Algunos de tus medicamentos podrían estar causándote pesadillas. Además, evita el alcohol cerca de la hora de acostarte, ya que puede interferir con el sueño y con los sueños.

  • No volver a dormirse después de una pesadilla. Es mejor levantarse y beber un poco de agua. “No te preocupes por perder un poco de sueño”, dice Wu. “Si te das vuelta y vuelves a entrar en la pesadilla, eso va a perpetuar un mal patrón”.

  • Planificar los sueños. Antes de dormir, piensa en lo que quieres soñar. Eso no solo aumentará la probabilidad de que sueñes con algo lindo, sino que también hará que tengas menos sueños con ansiedad, según Barrett.

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