Vida Sana
Los humanos estamos hechos para caminar (si no fuera así, seríamos estatuas); por eso, con frecuencia caminamos, nos agachamos, nos doblamos y hacemos otros movimientos en piloto automático, haciendo lo que nos sale de forma natural. Pero a lo largo de los años, los malos habitos de movimientos pueden afectarnos, a menudo sin que lo notemos. “Lo que sucede es que el cuerpo cambia naturalmente con la edad —la fortaleza y la flexibilidad disminuyen— y la persona no puede compensar esos cambios”, dice Robert Gillanders, un fisioterapeuta en Charlottesville, Virginia.
Entonces, es posible que adoptemos formas de movernos que nos permitan sortear la disminución de la fuerza o la flexibilidad o que te permiten evitar las molestias que puede surgir al hacer el movimiento de la manera correcta. El problema es que estos movimientos equivocados pueden causar dolor y lesiones. La siguiente es una descripción detallada de errores específicos y frecuentes que, a medida que avanzan en edad, las personas cometen al realizar ciertos movimientos, junto con consejos sobre cómo corregirlos.
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1. Error: doblarse desde la cintura o curvar la parte baja de la espalda para levantar algo del suelo
Esta puede parecer la manera fácil de llegar hasta un punto bajo. Pero el problema es que “las pautas de movimiento en las que la columna no mantiene su alineamiento natural pueden sobrecargar otras estructuras, como los discos intervertebrales”, dice Gillanders. Eso también puede poner presión en los músculos y ligamentos, todo lo cual puede causar dolor de espalda.
Cómo corregirlo: comienza con los pies separados al ancho de las caderas y “dóblate desde la cadera como si hicieras una reverencia de karate; continúa luego doblando desde las caderas y flexionando las rodillas”, recomienda Jake Steffes, un fisioterapeuta con Northwestern Medicine, en el área de Chicago. Al doblarte desde la cadera y flexionar las rodillas, puedes contraer los músculos centrales para proteger la espalda y utilizar las piernas para levantar algo del piso, cargar y descargar el lavaplatos o sacar la ropa de la secadora.
2. Error: iniciar una sentadilla desde las rodillas en vez de iniciarla desde las caderas
A primera vista, esto podría parecer una contradicción del consejo anterior. Pero cuando inicias un movimiento de sentadilla con una flexión de las rodillas, pones gran carga y presión sobre las rodillas, advierte Sherri Betz, una fisioterapeuta con consultorio privado en Monroe, Luisiana. Además de causar dolor en las rodillas, este hábito puede generar dolor de espalda.