Vida Sana
Marea roja, huracanes, estudiantes en vacaciones de primavera… Esos no son los únicos factores fuera de tu control que pueden afectar tus planes de vacaciones en Florida o el Caribe.
En los últimos meses, se ha estado hablando del sargazo (Sargassum), esa masa flotante de algas marinas que llegó a las playas de los cayos de la Florida, a Barbados y a Cancún, en México (en inglés). Las algas putrefactas y malolientes crean vistas poco dignas de postales en playas que, normalmente, resultan atractivas.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Se anticipa que la masa de sargazo que se encuentra actualmente en el golfo de México llegará a su pico entre junio y julio. Si tienes planes de ir de vacaciones a Florida o al Caribe, tal vez te preguntes con qué te encontrarás.
AARP consultó a expertos para obtener la información más reciente sobre estas algas flotantes, los lugares donde es más probable que se sientan sus efectos en la playa y las posibles complicaciones de salud relacionadas con las algas en descomposición.
¿Qué es el sargazo o Sargassum?
El sargazo es un género de algas marinas naturales que existe en cientos de especies.
“En el océano Atlántico y el golfo de México, las especies dominantes son el Sargassum fluitans y el Sargassum natans”, dice Chuanmin Hu, profesor de Oceanografía Óptica en la Universidad del Sur de la Florida. “Ambas son algas de color amarillento amarronado y son pelágicas, es decir, viven en aguas de superficie y no se adhieren a sustratos oceánicos” como la arena o los arrecifes de coral.
El sargazo tiene estructuras llamadas neumatocistos que contienen gas. Esas estructuras, con aspecto de pequeñas bayas o uvas, hacen que las algas floten. “Cuando el sargazo muere, se hunde al fondo del océano”, dice Hu. “Pero antes de morir, el viento, las mareas y la circulación del océano pueden llevarlo hasta la costa, y esto es lo que preocupa a las personas”.
En el mar, las algas del sargazo proporcionan un hábitat para peces jóvenes y criaturas únicas que han evolucionado para vivir allí. Una de ellas es el pez rana de los sargazos, perfectamente camuflado, dice Tracy Mincer, profesora adjunta de Biología/Biogeoquímica en el Instituto Oceanográfico Harbor Branch de la Universidad Atlántica de Florida (FAU).
Y si bien se han escrito muchos artículos diseñados para atraer lectores sobre el “gran cinturón de sargazo del Atlántico” —el área de 5,000 millas de longitud por 300 millas de ancho con sectores de sargazo entre la costa occidental de África y el golfo de México—, es importante observar que no se trata de una masa sólida y continua de algas marinas que se desplaza hacia nuestras costas, dice Hu.
“Hay que recordar que el océano Atlántico es grandísimo. Dentro del gran cinturón de sargazo del Atlántico, no hay algas en todos lados. Están salpicadas en sectores”, dice, y hace una comparación visual de su densidad con la imagen de pimienta desparramada sobre una mesa, más densa en algunas partes y apenas salpicada o ausente en otras.