Vida Sana
El yoga conquista cada vez más rincones del mundo. En Latinoamérica, en particular, existen ciudades, pueblos y lugares naturales y poco conocidos que abren sus puertas a aquellos viajeros que buscan unos días dedicados a la calma, la relajación y la conexión interior. Nuestra búsqueda reveló 11 mecas latinoamericanas para el yoga.
Tulum, México
En los años 90, Tulum era considerado un paraíso para quienes disfrutaban pasar la noche en hamaca, al amparo de la naturaleza, en medio de las ruinas mayas y con la mejor vista a las estrellas. El Tulum de hoy conserva este temperamento, pero cuenta con complejos ecológicos para quienes prefieren las comodidades y buscan un componente espiritual. Esta playa caribeña es la meca de los retiros de yoga, que se suman a las terapias naturales como el reiki, y la sanación con cuarzos. Lo más aconsejable es reservar un paquete.
Cabarete, República Dominicana
Ideal para quienes buscan integrar planes de relajación con deportes de aventura. En Cabarete se combina el yoga con el surf o el kiteboarding. Esta antigua aldea de pescadores debe su fama a la playa de arena dorada, las brisas suaves y el mar cristalino con olas a la medida de los amantes del surf. No pases de alto una visita a sus templos de meditación con vista al mar, disfruta las comidas con ingredientes de huertas orgánicas y toma clases de cocina saludable. Encontrarás retiros de yoga todo el año.
San Juan del Sur, Nicaragua
En este lugar, cada asana, o postura de yoga, se acompasa con el lejano murmullo de los monos y se ambienta en la tranquilidad de la playa del Pacífico. San Juan del Sur cuenta con hermosos hoteles y estudios de yoga en medio de la selva, en los que se tiene la opción de tomar clases privadas o llevar a un grupo para organizar un retiro privado. La ciudad, viva y colorida, es la preferida de quienes, luego de la relajación, desean practicar deportes acuáticos o buscan planes nocturnos y experiencias gourmet.
Cayo Ambergris, Belice
La segunda barrera de coral más grande del mundo, después de la Gran Barrera de coral de Australia, se encuentra en Cayo Ambergris, al noreste de Belice, cerca de la frontera con México. Su riqueza natural y la poca incidencia del turismo lo convierten en uno de los destinos secretos para los amantes del ecoturismo. Los hoteles, de vista al mar Caribe, ofrecen yoga de restauración, como aerial y hatha; además, reiki y sanación ayurvédica. El clima es ideal para ir cualquier época del año.
Copán, Honduras
Este lugar alberga retiros de yoga de lujo y otros que se caracterizan fuera de lo convencional. La magia de sus hospedajes está en sus pabellones dedicados al yoga y la meditación de donde se puede divisar las ruinas mayas de Copán, un sitio arqueológico de unos 2,000 años de antigüedad. Es más que propicio practicar yoga y meditación en medio de la gran biodiversidad del lugar, mientras observas tucanes, guacamayas, loros y otras especies de coloridas aves de Centroamérica.
Puerto Viejo, Costa Rica
El encuentro de la selva tropical con el océano crea este apacible ambiente para relajarse y practicar yoga. Sin importar el idioma, la edad o los conocimientos, esta disciplina parece más sencilla de practicarla acompañada del canto de los pájaros y el aire puro. Puerto Viejo también abre las puertas de sus granjas de cacao, donde se puede manipular el grano y saborear uno de los mejores chocolates de Centroamérica. Puerto Viejo está en la frontera con Panamá, a más de cuatro horas en auto desde San José, la capital.