Vida Sana
¿Cómo es la vida de los individuos que se desempeñan en uno de los trabajos más difíciles del mundo? Para averiguarlo, quizá te interese un viaje (por carretera) a uno o más de los 14 museos y bibliotecas presidenciales que destacamos a continuación. Incluso hemos agregado uno que conmemora a las primeras damas y otro que hace honor a los segundones.
1. Biblioteca y museo presidencial Herbert Hoover
West Branch, Iowa
Herbert Hoover fue el desafortunado comandante en jefe que nos arrastró a la depresión, ¿verdad? Su biblioteca y museo en West Branch, Iowa, no se aparta de ese juicio, sino que también cuenta con lujo de detalles el resto de la historia: el acérrimo cuáquero y exingeniero de minas pasó de la gloria a la nada más de una vez, organizando ayuda alimentaria para los refugiados europeos tras dos guerras mundiales. Al lado se encuentra el Sitio Histórico Nacional Herber Hoover del Servicio Nacional de Parques.
2. Biblioteca y museo Franklin D. Roosevelt
New Hyde Park, Nueva York
Las transmisiones de radio de la época en dos salas de “charlas al lado de la chimenea” te transportarán a los años 1930 y 1940, cuando FDR sacó a la nación de un coma económico y lo adentró en un combate mundial. Pon a prueba tus conocimientos de la Segunda Guerra Mundial, contestando el cuestionario de cultura general en una recreación de la Sala de Mapas secreta de FDR. El Ford Phaeton de 1936 que se exhibe fue especialmente adaptado para el presidente, afectado con la enfermedad de polio. En la propiedad también se encuentra la casa de Roosevelt, administrada por el Servicio de Parques, y a dos millas de distancia se encuentra Val-Kill Cottage de su esposa Eleanor; el único sitio de los parques nacionales dedicado a una primera dama.
3. Biblioteca, museo y hogar de infancia presidencial Dwight D. Eisenhower
Abilene, Kansas
¿Cuál presidente ganó un Emmy? Asígnate una estrella dorada si acertaste con la persona que llevaba cinco de ellas en su uniforme del ejército durante la Segunda Guerra Mundial: Dwight D. Eisenhower. Otorgado a nuestro presidente número 34 en 1956 por su uso pionero de la televisión, la estatuilla del Emmy se encuentra junto al guion del discurso presidencial final de Ike, en el que advirtió a la nación de un insidioso “complejo militar-industrial”. Una sala de estar estadounidense típica y pantallas interactivas capturan la afluencia y la ansiedad de la década de 1950.
4. Biblioteca y museo presidencial John F. Kennedy
Boston
Una roca de la luna y Freedom 7 —la primera cápsula espacial tripulada— dan testimonio de la primacía de la carrera espacial durante la administración de John F. Kennedy’s. La biblioteca y el museo también detallan la lucha del futuro presidente por sobrevivir cuando su lancha torpedera fue partida en dos por un destructor japonés en 1943; incluso puedes examinar el coco en el que JFK talló un mensaje de rescate. ¿Tienes talento para las relaciones públicas? Sube detrás del atril en la sala de prensa y responde las mismas preguntas que los reporteros le lanzaban a Kennedy.
5. Biblioteca y museo Lyndon Baines Johnson
Austin, Texas
Es poco probable que él hubiera usado estas palabras, pero Lyndon B. Johnson era un anecdotista de clase mundial. Eso explica la figura animatrónica de tamaño natural de Johnson que se encuentra contra un fondo de caricaturas políticas aquí, donde podrás repasar algunos de los cuentos y chistes que contó durante su gobierno. Otras galerías ponen de relieve el fatídico día del 22 de noviembre de 1963, y la histórica legislación de la Gran Sociedad de Johnson. Se pueden escuchar horas de llamadas telefónicas grabadas —Johnson grabó 9,000 en cinco líneas telefónicas— y recorrer la obra de Frederick Remington, Winslow Homer e incluso del Dr. Seuss.
5. Biblioteca y museo Lyndon Baines Johnson
Austin, Texas
Es poco probable que él hubiera usado estas palabras, pero Lyndon B. Johnson era un anecdotista de clase mundial. Eso explica la figura animatrónica de tamaño natural de Johnson que se encuentra contra un fondo de caricaturas políticas aquí, donde podrás repasar algunos de los cuentos y chistes que contó durante su gobierno. Otras galerías ponen de relieve el fatídico día del 22 de noviembre de 1963, y la histórica legislación de la Gran Sociedad de Johnson. Se pueden escuchar horas de llamadas telefónicas grabadas —Johnson grabó 9,000 en cinco líneas telefónicas— y recorrer la obra de Frederick Remington, Winslow Homer e incluso del Dr. Seuss.