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En este momento el museo está abierto con capacidad reducida y boletos con hora de entrada designada para controlar las multitudes. Evita hacer fila comprando los boletos por adelantado en línea. Se han implementado pautas de distancia social y procedimientos optimizados de desinfección y limpieza. La exhibición del submarino USS Tang está cerrada temporalmente. Consulta la información más actualizada en el sitio web (en inglés).
La lancha de desembarco Higgins construida de acero te espera con la rampa abierta como si te estuviera invitando a subir a bordo para participar en el ataque del Día D en 1944. Arriba cuelga un avión de hélice C-47 listo para el salto de los paracaidistas con el apoyo terrestre de los acechantes equipos de artillería. Al sumergirse en estos instrumentos de guerra de tamaño real, es posible imaginar la travesía estremecedora hasta la playa de Omaha en una lancha atestada de docenas de soldados, el agua salada salpicando por los costados y el detonar de explosiones por todas partes. Cuando tu lancha anfibia Higgins finalmente llega a la playa y desciende la rampa, “entras en el infierno”, según dijo un soldado que estuvo allí y cuya cita aparece exhibida.
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Bienvenido al austero fortín de concreto del atrio en el Louisiana Memorial Pavilion, la entrada principal al Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial en Nueva Orleans (en inglés). Es muy probable que te asalten emociones viscerales en el atrio y a lo largo de los cinco edificios que integran el museo, donde cobra vida la experiencia completa de los tiempos de guerra: desde el frente interno hasta los campos de batalla en Europa y el Pacífico, desde el “Día de la Infamia” de Pearl Harbor hasta la victoria final que derrotó al fascismo.
Al recorrer las exhibiciones del museo, no solo se revela el gran arco narrativo de la Segunda Guerra Mundial, sino también el triunfo y la tragedia de la vida diaria de los soldados contada a través de humildes artefactos históricos y relatos orales. Es indescriptible el impacto que sentirás —más intenso de lo que podrías leer en un libro o ver en una película— cuando veas las botas maltrechas, las armas destrozadas, los diminutos salvavidas y las páginas de un diario escrito con una letra temblorosa donde un joven soldado describe el horror y el terror. La combinación de una narración de gran alcance y los toques personales que describen los orígenes, el impacto y las repercusiones de la guerra convierten a este Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial en una visita imperdible no solo para los aficionados a la historia, sino para cualquier habitante del país. Como explica la curadora Kimberly Guise: “Hasta los visitantes que no creen ser amantes de la historia encuentran algo que realmente les encanta aquí”.
Una conexión importante
La lancha de desembarco Higgins del atrio nos da una pista acerca del origen y la ubicación del museo. Durante la Segunda Guerra Mundial, la Armada necesitaba una embarcación de desembarco de poco calado para transportar a los soldados a tierra en operaciones de combate. Andrew Higgins, de Nueva Orleans, había estado construyendo embarcaciones similares para navegar por los ríos pantanosos poco profundos de Luisiana y modificó su diseño para el combate. Para finales de la guerra, las fábricas locales de Higgins habían producido más de 20,000 de las imprescindibles lanchas de desembarco que inspiraron a Dwight Eisenhower a declararlo como “el hombre que nos hizo ganar la Segunda Guerra Mundial”. La exposición Bayou to Battlefield (en inglés) del museo describe la importante contribución de Higgins (y de la ciudad) al esfuerzo bélico.
Tras escribir un libro sobre el Día D en 1995, Stephen Ambrose —profesor de University of New Orleans— se inspiró para fundar el Museo Nacional del Día D, que se inauguró en Nueva Orleans en el año 2000 con un solo edificio. Desde entonces, la misión del museo se ha ampliado para abarcar todo el período de la guerra, y en el 2004 el Congreso de la nación lo designó oficialmente como el Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial. El complejo se sigue expandiendo, y en este momento se está construyendo el sexto edificio llamado Liberation Pavilion, que se dedicará al período final de la guerra.
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