Vida Sana
¿Sueñas con brisas frescas y un follaje otoñal vibrante? Nosotros también. No es demasiado pronto para comenzar a planificar unas vacaciones para el otoño, ya que la mayoría de los estados han eliminado las restricciones relacionadas con la COVID, más personas están viajando y hay mayor demanda de pasajes aéreos y alojamiento. Con tantos destinos deslumbrantes en EE.UU., le pedimos a cinco escritores de viajes que compartieran sus lugares de vacaciones favoritos durante el otoño.
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Túnel de árboles, Harbor Springs, Michigan
Por Elaine Glusac
En el frondoso norte de Míchigan, cuando las hojas de los arces enrojecen y los robles se tornan dorados, los aficionados a los colores otoñales se dirigen hacia el tramo de la ruta M-119 conocido como el “Túnel de árboles”. El túnel, que se extiende hacia el norte desde la ciudad turística de Harbor Springs a orillas del lago Míchigan, es una ruta estrecha y sinuosa de dos carriles que bordea la costa durante unas 20 millas. Además, es una de las principales atracciones de uno de los condados más bellos del estado, Emmet, que ocupa el extremo noroeste de la península inferior del estado.
El trayecto comienza en Harbor Springs y su vecino del sur, Petoskey —ambas ciudades turísticas colmadas de galerías, tiendas y restaurantes locales— y lleva a los visitantes por bosques caleidoscópicos salpicados de oscuros árboles de hoja perenne que se inclinan radiantes sobre la carretera bajo la luz del sol otoñal. Al llegar al cruce de caminos en Cross Village, los conductores, con o sin apetito, se detienen en Legs Inn, un legendario restaurante de piedra, conocido por sus empanadillas polacas, el pescado blanco de los Grandes Lagos y los bulliciosos ambientes interiores de madera repletos de tallas y arte de madera de deriva. Da la vuelta para volver a recorrer el túnel o continúa hacia el norte poco menos de diez millas hasta el Parque Estatal Wilderness (en inglés), un tramo de costa agreste ideal para explorar la playa y contemplar la migración otoñal de las aves.
El Little Traverse Wheelway, un sendero para bicicletas pavimentado y plano de 26 millas que atraviesa y rodea Petoskey y Harbor Springs, ofrece un tranquilo recorrido por el frondoso paisaje de la región (puedes alquilar bicicletas en Bahnhof Sport, en Petoskey). Muchos ciclistas toman un descanso en Petoskey Brewing Company, con un pintoresco patio posterior que encuadra el follaje que rodea el lago Mud. La ruta bordea el cercano Parque Estatal Petoskey (en inglés) en la bahía de Little Traverse, un lugar magnífico para recorrer a pie un circuito de media milla en las dunas y buscar en la playa las piedras locales de Petoskey, que son antiguos corales fosilizados que puedes encontrar convertidos en todo tipo de objetos, desde joyas hasta adornos de Navidad.
Ambas ciudades de acceso prometen una distracción lejos del automóvil. Petoskey, al sur de la bahía de Little Traverse, y Harbor Springs, en la ribera norte, reciben desde hace mucho tiempo la visita de pescadores y de propietarios de segundas viviendas e inquilinos que multiplican la población en verano. Los admiradores de Ernest Hemingway, cuya familia tenía una casa de verano en el cercano Walloon Lake, desearán visitar el City Park Grill de Petoskey, como solía hacerlo él. Entre las atracciones de la ciudad de Petoskey se encuentra la encantadora librería McLean & Eakin y el Crooked Tree Arts Center, que ofrece exposiciones itinerantes. En Harbor Springs, recorre el puerto deportivo público para ver los enormes veleros y yates antes de que zarpen hacia sus hogares de invierno.
Restaurantes: en Harbor Springs, elige uno de los reservados junto a la ventana y frente al puerto deportivo Bar Harbor, que sirve hamburguesas y cervezas locales de barril. En Petoskey, reserva una mesa en Chandler's, un clásico de los bosques norteños con paneles de pino nudoso y un menú especializado en carne.
Alojamiento: el Perry Hotel de Stafford en Petoskey, un edificio victoriano encalado, rebosa de historia —el edificio emblemático de 1899 empleaba habitualmente una orquesta para tocar durante la cena— y ofrece la oportunidad de estacionar el automóvil durante la noche y recorrer a pie el histórico Gaslight District de la ciudad. Las tarifas de otoño empiezan en $189.
Consejo de expertos: los fines de semana otoñales aún atraen a multitudes, pero a menos familias. Si visitas la ciudad a mitad de semana, te aseguras de poder disfrutar de los colores más intensos a solas.
Elaine Glusac reside en Chicago, escribe la columna “Frugal Traveler” para The New York Times y es aficionada a los parques nacionales.
Charlottesville, Virginia
Por Larry Bleiberg
Charlottesville, la ciudad colonial que se alza en el borde de las montañas Blue Ridge de Virginia, atrae visitantes todo el año, pero en otoño adquiere un brillo especial. El calor del verano ha disminuido, los días siguen siendo cálidos y es probable que vislumbres los colores otoñales que quizá sean los más hermosos del planeta.
Charlottesville es mi ciudad natal, y para iniciar la temporada, me gusta llevar a mis invitados a University of Virginia, que fue diseñada por Thomas Jefferson. El tercer presidente calificó el predio como una “aldea académica”, y en los días otoñales verás a los estudiantes que fingen estudiar en el césped central, mientras las hojas de los arces, fresnos y sicomoros forman remolinos a su alrededor como ráfagas de nieve.
Otros preferirán dirigirse unas millas al sur de la ciudad para visitar la mansión de Jefferson, Monticello, que en italiano significa “pequeña montaña”. (Tanto la mansión como la universidad fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO).
El otoño de Charlottesville también tiene su propio sabor, y esa es la razón para hacer una parada en el huerto Carter Mountain Orchard, junto a Monticello. Algunos vienen a recoger manzanas. Otros meriendan donas de sidra de manzana, elaboradas con sidra recién prensada, pimienta inglesa y nuez moscada, y espolvoreadas con azúcar de canela. Desde el huerto, verás que las montañas alcanzan el horizonte, y los sábados en los que se juegan partidos locales, quizá escuches el lejano bramido del Scott Stadium, la cancha de fútbol de los Virginia Cavaliers.
Al regresar a la ciudad, dedica un tiempo a pasear por el centro comercial peatonal donde verás tiendas, boutiques y restaurantes. Puedes encontrar joyas exclusivas, pinturas o una foto de una cascada de Shenandoah en C'Ville Arts, una galería que exhibe obras de 50 artistas locales. También puedes visitar la librería más antigua de Virginia, Old Dominion Books, que suele tener novelas firmadas por el autor local John Grisham.
Para encontrar otro tipo de colores otoñales —tinto, blanco y rosado— visita una de las docenas de viñedos de la ruta Monticello Wine Trail. Ahora que acaba de terminar la vendimia, los viticultores están deseosos de compartir sus últimas cosechas. En los viñedos King Family Vineyards, hasta mediados de octubre los visitantes pueden ver partidos de polo gratuitos los domingos por la tarde.
Restaurantes: South and Central. Este elegante restaurante de carnes está ubicado en un animado edificio remodelado que anteriormente fue una lechería y que ahora es un salón de comidas. El restaurante ofrece una verdadera cocina “sureña” inspirada en América Latina y América del Sur. Comienza con un cóctel de pisco sour chileno y un queso argentino asado con tomates rostizados y acompañado de pan a la parrilla. Para cenar, no puedes equivocarte con un bistec de origen local cocinado a la leña.
Alojamiento: Quirk. Este elegante hotel también es una galería de arte, con recovecos y espacios de exposición en el vestíbulo. El bar de la azotea ofrece vistas del centro de Charlottesville y de las montañas al fondo. Las tarifas de otoño comienzan en $259.
Consejo de expertos: en la sede de University of Virginia, acércate a los edificios de West Range y busca la sala 13, en la que en su día se alojó el estudiante de licenciatura Edgar Allan Poe. Durante el único año que cursó en la universidad, en 1826, el novelista gótico se desempeñó bien en francés y latín, pero jugaba muy mal a las cartas. Abandonó la universidad en menos de un año con grandes deudas. A través de una puerta de cristal puedes echar un vistazo a su modesto dormitorio, donde una estatuilla de un cuervo reposa junto a la ventana.
Larry Bleiberg, originario de Virginia, es presidente de la Society of American Travel Writers, colaborador habitual de BBC Travel y creador de CivilRightsTravel.com.
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