Vida Sana
Para mi familia cocinar el pavo era una celebración, sin embargo, no era estrictamente una receta de Navidad o Año Nuevo. Se cocinaba pavo en cualquier estación del año, en marzo, abril, o incluso a mediados de año cuando era el Día de la Madre. Recuerdo que mi abuela siempre decía que había que cocinar un pavo y un pollo, así alcanzaba para la familia y para los familiares y amigos que podían llegar después.
Mi pavo se prepara con los ingredientes que tenemos a mano y que usamos todos los días: romero, orégano, cebolla y laurel. La idea es preparar un pavo y que no tengas que decir, “Se me olvidó tal o cual ingrediente”. Mis ingredientes son los que usamos la mayoría de los latinos y que son clásicos para nuestro paladar.
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Mi abuela tenía su mini granja orgánica. Cuando uso estos ingredientes me transporto al lugar donde crecí en Guatemala. Todo era fresco en la huerta de mi abuela. Era nuestro lugarcito donde sembrábamos todo y era solo cortarlo y ponerlo en la comida. Recuerdo que siempre escogíamos el pavo más grande de nuestra granja. Era nuestra celebración para estar juntos.
La ensalada de papas o ensalada rusa es común en Latinoamérica. En mi país, Guatemala, es otra alternativa para acompañar el pavo. En mi receta de ensalada rusa coloco habichuelas, zanahoria y perejil. Siempre me han gustado los ingredientes frescos. El cilantro es mi ingrediente favorito, pero el perejil va muy bien con las papas y le da un toque diferente a la ensalada. Esta es una de las recetas a través de la cual podemos mantener nuestras tradiciones, nuestros sabores, especialmente aquí en Estados Unidos.
Espero que disfrutes y celebres el Día de Acción de Gracias y las fiestas decembrinas con estas dos recetas que representan mi cultura, mi tradición y que comparto con todo mi corazón.
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