Vida Sana
Estabiliza la presión arterial
Los flavonoides —antioxidantes presentes en el cacao— estimulan la producción de óxido nítrico, molécula que promueve la vasodilatación o aumento del calibre de los vasos sanguíneos. De esta manera se incrementa el flujo de sangre y la presión arterial se mantiene estable.
Ayuda a evitar enfermedades coronarias y apoplejías
El consumo de cacao está asociado a una menor incidencia de infartos. Los flavonoides polifenólicos que se encuentran en este fruto tienen el potencial de prevenir las enfermedades cardíacas. Los flavonoides son antioxidantes que también están presentes en frutas de colores intensos, verduras, té, vino tinto y café.
Baja el colesterol malo
Según quedó demostrado por científicos de Harvard Medical School, el consumo de chocolate negro —con 60 a 70% de cacao— disminuye los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) o colesterol “malo” y aumenta el colesterol “bueno”.
Influye la resistencia a la insulina
Los efectos antioxidantes del cacao pueden influir directamente y de manera positiva sobre la resistencia a la insulina o discapacidad del cuerpo para responder a la insulina, ayudando a reducir el riesgo de padecer diabetes.
Mejora la función cerebral
Los flavonoides en el cacao mejoran el sistema que activa el pensamiento, según demostró un estudio con 90 ancianos que padecían deterioro cognitivo leve, publicado en Hypertension. Al tomar flavonoides derivados del cacao por ocho semanas, mejoraron en pruebas de función cognitiva y fluidez verbal.
Alivia el estrés
La teobromina, alcaloide presente en el cacao, es un estimulante no adictivo del sistema nervioso central. Es más suave que la cafeína y su efecto es prolongado. Ayuda al cerebro en la producción de anandamida, neurotransmisor responsable de la sensación de euforia y placer.